otra vez. ; 31

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el profesor moon había faltado y esa hora no estaba siendo cubierta por nadie, todos sus compañeros, luego de solamente diez minutos, asumieron esa hora como libre; seungmin sabía que ellos eran un desastre, pero nunca los había visto tan alterados como en ese momento, incluso llegaron a darle repulsión en cierto punto, nunca había sido de su agrado que la gente fuera tan ruidosa. lo pensó por algunos segundos y terminó por sacar su cuaderno, iba a aprovechar aquella hora para adelantar alguna de sus tareas atrasadas, tomó su bolígrafo favorito y abrió la última página de la libreta de color amarillo pastel, dejando ver los pequeños dibujos de corazones con las letras "h y s" escrita en ellos, sus pensamientos, de forma inmediata, se llenaron de hyunjin; alzó su mirada y buscó la cabellera oscura de aquel chico, encontrándose con él a los pocos segundos, hyunjin parecía concentrado en sus apuntes y de vez en cuando reía con alguno de sus amigos, lo que le hizo doler su pequeño corazón, había notado que el mayor ni siquiera había levantado la mirada para verlo, tampoco se había acercado a hablarle o a pedirle ayuda con la tarea y, ya que lo pensaba, últimamente no hablaban tanto como solían hacerlo, estaba actuando extraño, incluso minho y ryujin lo hacían, pero atribuyó todas esas actitudes al estrés que generaba el elegir una buena universidad, prefería pensar aquello antes que pensar que hyunjin prefería a esos dos estúpidos antes que a él.

hizo una ligera mueca, se estaba agobiando a sí mismo como solía hacerlo, tenía que parar con esos pensamientos de una forma u otra, romper con esa rutina, las voces comenzaban a sonar más fuertes a su alrededor y se sentían como pequeñas agujas clavándose en la capa más superficial de su piel, el aire se escapaba de sus pulmones y no quería volver a ellos, todo se veía borroso, no estaba en el salón, estaba en su cabeza.
se levantó de golpe pero nadie le prestó atención, nunca nadie le prestaba atención, lo agradecía en ese momento ya que pudo escubillirse hasta la única puerta del lugar con el objetivo de llegar al baño del instituto. al empujar la puerta quiso caminar hacia su destino, pero los gritos de un molesto pelinaranja y una aún más molesta peliazul lo detuvieron.

— ¡no te estoy pidiendo tanto, ryujin!

— ¿¡no me estás pidiendo tanto!? — luego de su exclamación soltó una risa sin gracia, abarcando lo sarcástico. — ¡estoy harta, minho! estoy harta de hacer toda esta mierda por ti.

— creí que tú también estabas de acuerdo. — cruzó sus brazos, bajando el tono de voz y colocando ese rostro que solo los niños regañados eran capaces de hacer.

— estás en-fer-mo. — apuntó la cabeza del contrario, dando tres toques en la frente del mismo. — comienza a buscarte a otra idiota que quiera hacer todo esto.

esa chica se dio la vuelta de forma agresiva, frenando sus movimientos de forma abrupta en cuanto vio al castaño parado frente la puerta del salón como si fuera una estatua, la furia y la rabia no tardaron en brotar desde sus poros, pero esta vez se veía molesta con el chico menor, se acercó agresivamente a él, sin importarle cuanta altura le llevaba el mismo, con toda la palma de su mano lo empujó desde el pecho, seungmin pudo sentir al movimiento expandiendose desde el centro de su cuerpo hasta la punta de los dedos de sus pies y hasta la parte superior de su cabeza.

— y tú... — habló entre dientes, incluso se podía escuchar como rechinaban. — todo esto es tu maldita culpa, ¿¡por qué no me dejas ser feliz!?

— ryujin... ¿de qué estás hab-

— ¡eres una maldita basura! ¡todo estaba bien hasta que tú llegaste! ¿¡lo sabías!? ¿¡por qué no te vuelves a seúl y dejas de joder aquí!?

estaba en un estado de shock, sin saber qué estaba pasando o qué debía responder. era una maldita basura. una maldita basura de ciudad. — y-yo...

— ¿"y-yo..."? ¿¡tú qué!? — volvió a empujarlo, esta vez con más fuerza. — ¿sabes qué? no vuelvas a seúl, mejor suicidate.

un nudo se formó en su estómago, quería vomitar mientras escuchaba como los zapatos de la peliazul golpeaban contra el suelo indicando que se estaba alejando a quién sabía dónde, debido a la molestia tomó su abdomen con una de sus manos, levantando su mirada para buscar con ella la mirada del pelinaranja, minho solo lo miraba con desprecio.

— ¿qué estás mirando, seungmin? — habló elevando su cabeza, queriendo demostrar superioridad. — piérdete, o hazle caso a ryujin.

la puerta fue empujada, provocando un escalofrío en el castaño y, por acto reflejo, volteó hacia el salón; hyunjin también había salido, quizá por el alboroto, quizá por casualidad, pudo notar que el azabache hizo el amague de hablar pero las palabras no salieron de su boca, se encontraba casi igual de confudido que el más pequeño.

— ¿todo... está bien? — finalmente habló.

— te veo en el entrenamiento, hyunjin. — minho hizo un gesto con su cabeza antes de retirarse, siguiendo los pasos de su novia.

— ¿seungmin...? — ahora, volteó al nombrado.

— s-sí, — tartamudeó incorporándose en su lugar. — solo necesito ir al baño...

— ah, bien.

— tú... ¿sabes qué les pasa a minho y a ryujin?

— no... — desvió su mirada y ubicó la misma en el suelo, tosiendo falsamente antes de continuar hablando; — ¿anoche me llamaste otra vez?

la pregunta lo tomó por sorpresa, nunca había llamado a hyunjin por la noche. — ¿otra vez?

— ve al baño, seungmin.

[ . . . ]

querido diario:

parece que todo el mundo se puso de acuerdo para actuar extraño, primero mi mamá, hyunjin también está raro, incluso minho y ryujin se comportan distinto conmigo últimamente.

hoy una hora quedó libre debido a la ausencia del profesor moon, lo cual fue una auténtica pena porque el trabajo que debíamos entregar hoy me quedó perfecto, no tenía nada para hacer, así que me decidí por terminar algunos apuntes y pasar otros a limpio para poder decorarlos, fue en ese momento que mi cabeza se llenó de hyunjin debido a los tontos dibujos en los márgenes de mis borradores, noté que él está extraño últimamente, no me pide ayuda para las tareas, no se acerca a saludarme y tampoco hablamos tanto por chat como solíamos hacerlo, eso me puso muy mal, triste, necesitaba algo de aire porque sentí como mis pulmones se habían cerrado por completo; salí del salon y mi idea era ir al baño, pero la pelea de minho y ryujin me detuvo, esa escena fue algo que me sorprendió, quiero decir, ya no los veía salir tanto como antes, aún así no sabía que las cosas estaban tan mal, creo que ryujin está algo cansada, la escuché decir algo como "estoy harta de hacer todo por ti", y minho se libró de cierta cantidad de culpa diciendo "tú estabas de acuerdo", luego ella se me acercó diciendo que era todo mi culpa, me sigo preguntando qué mierda hice este vez, incluso dijo que me suicidara... y eso fue demasiado, incluso para ella. ambos se fueron cuando terminaron de gritarse, ahí fue cuando apareció hyunjin, quise preguntarle si tenía idea de lo que acababa de pasar y él rápidamente me cambió de tema preguntándome si lo había llamado otra vez la noche pasada, cuando nunca lo he hecho.

¿"otra vez"?

siento que quiero morir en este mismo momento.

con amor, seungmin.

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