Aeon: Un Mundo de Sombras.

CAPITULO 18

MAR

Al final la misión fue un éxito se consiguió lo que estábamos buscando, logré hacer que Aeon se tranquilizara un poco, a veces las cosas se complican mucho, pues su temperamento en lugar de mejorar empeoró y de alguna manera siento que es mi culpa, pues él quería algo conmigo, y yo igual, pero siento que habían muchas trabas al respecto y era obvio que así no iba a funcionar nada.

Chico De Luca: Estuviste muy bien en la misión, sé que me he vuelto un poco rudo, pues los celos no los controlo del todo, aunque encontré un método de no pensarte, uno muy efectivo, lamento lo que sucedió en la misión el otro día, pues me alteré al pensar que algo podría fallar por estar tú un poco distraída.
Ten una buena tarde.

Mi teléfono sonó con una notificación yo estaba muy atenta a las notificaciones ya que Bas no ha llegado de su misión, pues eso me tenía preocupada, pero al leer el mensaje noté que era Aeon, lo que tenía escrito si que no lo esperé, no quise dar le muchas largas así que corté de raíz.

Miel: trabajar bien en una misión es mi deber, por otra parte, puedes hacer con tu vida lo que gustes.

Entonces recibí una llamada de un número privado, la respondí un poco preocupada pero al escuchar la voz del otro lado me tranquilicé.

- Hola mi asesina, ¿me has extrañado?
- Lo cierto es que no, he estado muy ocupada, y no he tenido tiempo – respondí tratando de ocultar la emoción
- Está bien, me alegra que hayas estado tan ocupada pensando en mí y me alegra mucho que te encuentres bien – sabía que estaba sonriendo por el tono que usó
- Ya que, tienes razón amor, me haces mucha falta, ¿Cuándo vuelve?
- Ese es el motivo de mi llamada mi asesina, regreso en unos meses – en ese instante mi mundo cayó a pedazos grandes, no quería eso, pero debía ser fuerte.
- Ok amor, lo entiendo
- Se que es duro, lo siento Miel, pero debo irme, siempre usa lo Glock y no las navajas Aren.
- No me habían vuelto a llamar así, y si es tu manera de decir que me amas, está bien, usaré siempre la Glock – y ahí después de una pequeña carcajada de su parte, colgó el teléfono.
Me sentí un poco triste así que decidí dar una vuelta, hice lo que Bas dijo, y en la parte trasera de mi jean puse la Glock, ese tarado tendrá sus razones, llegué a un parque y me senté a pensar en una de las bancas, lo cierto era que no quería que le pasara nada al testarudo de mi novio, al llegar algo o mas bien dos personar me resultaron muy familiares, eran aquellas personas que parecían ángeles, esta vez ella no lloraba.

- Buenas tardes, disculpen, pero me gustaría saber quienes son, es que hace un tiempo nos conocimos, señorita usted… - el hombre no me dejó terminar
- Se quien eres, tu asesinaste a Nikólas, de alguna forma eliminaste a un abusivo más, pero para ti hay dos opciones, morir de la misma manera o ser juzgada en el juicio final.
- Abdiel basta, la estás aterrando, mira su expresión, no te preocupes hermosa, suele hacer este tipo de cosas, te explico, yo era un ángel, él lo sigue siendo, las cosas se complicaron un poco, es bastante larga la historia – quedé en shock
- ¿Puedo saber un poco de la historia? – pregunté con curiosidad.
- Yo era un ángel guardián, Abdiel un protector de las puertas del paraíso y la mano derecha de nuestro señor.
- Es todo lo que podemos decirte, lamento haber sido tan tosco contigo las dos veces que nos hemos encontrado.
- Está bien, no hay pro… problema – dije muy confundida por la situación
Hablamos un poco más, supe más de ambos y quedé impresionada con todo lo que me dijeron; en menos de cinco minutos estábamos rodeados por unas personas que reconocí de inmediato, pues eran de la organización enemiga.

- Vaya, vaya, vaya, miren quien está aquí, Mar Gonzales la novia de Bastian Palissoti, ha de ser nuestro día de suerte, ¿no Ryx?  - dijo Leroy, el hijo del jefe, pero, dijo Ryx, ¿Por qué?
- Te dije que no me dijeras así – nada mas salir mis lagrimas estuvieron por abandonar su lugar seguro, pero jamás lo permitiría – hola caramelo, que extraño volver a verte
- ¿Qué crees que haces Ryx? Este no eres tú – dije muy seria
- Quise saber que pasaba contigo y lo averigüé, ellos me lo dijeron y no voy a permitir que llegues muy lejos, espero puedas entenderlo, nos vemos en otra ocasión.
No podía entender nada, todo era muy confuso para mi en ese momento.

- Por cierto, caramelo, estás fichada para morir, habrá una guerra – y con eso se fue, mis manos habían ido automáticamente a la Glock, pero había muchas personas
- Insisto, no eres tú, pero estás para decidir.
Esto era una locura, me despedí y fui a casa.