Durante mi tiempo en Marley
No había pasado tanto tiempo desde que use mi habilidad y terminé herida por la explosión de Bertolt.
Seguía teniendo momentos dónde me disociaba por completo debido a que no oía nada y a veces recordaba la sensación.
Me quedaba en casa la mayor parte del tiempo, sentada en mi balcón como en esas películas inspiradas en la época victoriana cuando una mujer enviudaba.
Sin embargo, "mi esposo" Zeke estaba todo el tiempo asegurándose de que estuviera bien y si no era el, Colt y Falco venían a verme.
El día de hoy Zeke dijo que enviaría a alguien a cuidarme, no sabía quién vendría pues no me dijo, pero me aseguro que sería alguien conocido, tenía la esperanza de ver a Yelena y tratar de escuchar lo que tenía que decirme sobre Paradis y que me mostrará los vídeos que le pedía que tomara a escondidas para poder ver a mis amigos.
Almorcé y comí por mi cuenta, luego fui al patio de atrás, era un lugar solitario y algunas veces me encontraba animales así que me hacía feliz.
Supuse que eran las 3 de la tarde cuando alguien llegó a sentarse a mi lado poniendo su mano en mi hombro, me sobresalté un poco pero al ver ese chico arrugando su nariz me sentí cómoda.
Porco había venido a verme, me extendió su mano y la tomé, le seguí al interior de la casa y ambos nos sentamos juntos en la sala.
Ahí había un cuaderno algo desgastado, cuando intenté tomarlo el detuvo mi mano y me hizo verlo.
Trate de entender que decía, ahora mismo no podía escuchar bien.
Tocó mis oídos y luego empezó a tronar sus dedos, oía un chasquido y cerré los ojos tratando de concentrarme en el sonido.
Suspiré bajando la cabeza, podía escuchar un poco pero seguía siendo difícil.
O bueno, tal vez en realidad no quería oír la voz de nadie, más que la de Zeke, últimamente amaba oír la voz de Zeke.
Porco sujeto una de mis manos antes de levantarse de golpe e ir a la puerta, paso por esta Zeke, sujetaba un ramo de flores y traía ropa semi casual.
Un pantalón oscuro, camisa color crema y un chaleco marron, se veía realmente atractivo, aunque, era raro que estuviera aquí... Creí que se iría.
Me sonrió al conectar con mi mirada y se acercó dándome las flores, sonreí en respuesta.
Tarian: Gracias
Zeke acarició mi mejilla y luego volvió a girarse a Porco, estos hablaron y luego Porco se fue.
Me puse de pie y fui a dejar las flores en un florero, después las dejé en la mesa del comedor y vi como Zeke se arremangaba su camisa mientras se acercaba a mi.
Me gire a verle pues se veía algo decaído, una vez llego frente a mí, me sujeto por la cintura y se acercó dejando un beso en mi frente, luego se agachó hasta llegar a mi oído.
Zeke: ¿Puedo pedirte que vayamos a mi cuarto y te sientes en mis piernas mientras acaricias mi cabello?
Su voz sonaba débil, no porque no lo escuchara, si no más bien por qué se escuchaba que estaba cansado.
Asentí ante su propuesta y acaricie su mejilla antes de pararme de puntitas y dejar un pequeño beso en sus labios.
Usualmente cuando venía de algún lugar al que según iba a ir y luego no lo hacían, lo seguían a casa y espiaban.
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Tiempo A Solas- Realidad Deseada
Fiksi PenggemarAnécdotas de otro tipo de diversión en una RD