❝ Tenía miedo. Dentro de unos instantes entraría en una escuela nueva, con caras nuevas... Como para no pasar miedo.
Solo una persona con demasiada confianza en si misma sería capaz de llegar a un lugar lleno de desconocidos sin estar de los nervio...
La primera vez que escuche su nombre la verdad es que no le presté demasiada atención. Pero después de que... Bueno, de ser el primero en no asumir que soy una chica... No paraba de fijarme cuando oía su nombre.
– ¿¡ Otra vez tarde, Ramos?! —
– ¡Diego! ¡Pasame la pelota anda! —
– Pues yo creo que Diego esta muy bueno, lástima que sea tan borde. ¿Tú que opinas, Celia?
Cierto. Estaban mis amigas. Las cuáles solo pensaban, hablaban y respiraban tíos todo el día.
Ellas... No me caían tan bien. Seguía cabreado porque asumieron mi género. Pero seguía más cabreado conmigo por... No decir nada al respecto y callármelo. En cambio con Diego no hizo falta, hay que ver que nombre más bonito tiene, no se si fue por error o solo me vio un poco masculino y asumió que era un chico. O... Si realmente me vio como a uno. A ver a ver, ya se que él se podría decir que también asumió mi género, pero... No sabéis lo bien que sienta que un desconocido os trate por vuestros pronombres.
Además, yo también estoy asumiendo que es un chico, cuando casi todo el mundo que te rodea es cis, no piensas en la posibilidad de que alguien más no lo sea.
Supongo que, debería perdonar a mis amigas (aún se me hace raro llamarlas así, "amigas"). Cuando pueda intentaré contarles... Lo mío.
Como odiaba y odio salir del armario con cada ser humano que conozco.
– ... ¿Celiaaaa...? — AH ES VERDAD QUE ME ESTABAN HABLANDO.
_ ¡Ah sí! Pues... Tampoco creo que sea tan borde.
– ¿¡CÓMO?! ¿¡CELIA, HAS HABLADO CON ÉL?! ¿¡PORQUE NO NOS DIJISTE?! — Mierda, ahora me obligarán a contarles. Además... Diego si me habló un poco... Borde. No sabía que decirles. ¿Que me cayó bien porque me trató en masculino? ¡No podía simplemente decir eso!
– Pu-pues... Sí...
– ¡CUENTANOS, T-O-D-O-O! — Insistieron las 3 a la vez. Me lo imaginaba.
Mierda, no sabía que decirles. No quería hablarles de ese tema. No podía. Nunca fui bueno mintiendo. ¿Y si descubrían que mentía? ¡Tampoco podía contarles la verdad!
" Eh si, mirad chicas, que me trató de chico y me emocioné. "
¡¡SI CLARO, NI QUE FUESE ASÍ DE FÁCIL!!
– Pu-pues... No sé por donde empe... — Pero no hizo falta, ya que Diego apareció delante nuestro. Delante mío. Interrumpió en el mejor momento. Pero... ¿A que venía? Habían pasado 2 semanas desde mi primer día y no me había hablado desde entonces.
– Hablando del rey de Roma — dijo una de las chicas.
– Ven conmigo — Dijo agarrándome del brazo, llevándome casi a rastras.
– ¡PERO BUENO! ¿¡Y ESTOS DONDE VAN?! – ¡ Celia nos debes una explicación más tarde!
QUE. ESTABA. PASANDO.
DIEGO. Bueno no. DIEGO RAMOS. ME AGARRÓ Y SIMPLEMENTE ME ALEJÓ DE MIS AMIGAS (aún se me hacía raro), NO ENTENDÍA NADA.
– ¡Hey! ¿Se puede saber que haces? ¿Donde vamos?
– Lejos de esas chicas.
– ¿Por qué?
– Se te veía incómodo.
Incómodo...
INCÓMODO.
Había olvidado lo genial que sentía escucharle tratándome así.
– ¿Me estabas viendo?
– Ni que tu no te me quedarás viendo a veces. — MIERDA LO NOTÓ. SE DIÓ CUENTA. ¿¡ QUE SE SUPONE QUE DEBÍA RESPONDER A ESO?! ¿¡QUE SE HACE EN UNA SITUACIÓN COMO ESTA?! Oh dios... Seguro que me odiaba... Seguro pensaba que yo era un raro... ¿Y si me quería pegar? ¡Tal vez él era homófobo y yo no lo sabía! ¡Tal vez pensaba que él me gustaba y por eso quería hablar conmigo! Joder joder... No quiero que él sea así. No quiero.
Tras unos segundos de yo muriendo silenciosamente, él habló de nuevo.
– Tranquilo, era broma. — ¿No iba a decir nada? ¿No estaba enfadado? Realmente me vino a buscar porque me sentía incómodo... ¿Y no porque se dió cuenta de que siempre me quedó viéndolo?... – ¿Ya me hiciste caso?
– Uh... Si claro... ¿Espera que?
Entonces río ligeramente. Su risa es... Preciosa.
– La última vez te dije que tendrías que hacer deporte.
– Ah ya... Es que no se me da bien.
–Pasate luego por la cancha, yo te enseñaré. — Y se fue. Me soltó eso y se fue. No podía evitar pensar "¿Que debería hacer? ¿Debería ir...?"
Pero...
No podía hacer deporte con el Binder.
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Definición de Binder:Un Binder es una prenda interior que tiene como función comprimir el pecho, con el fin de disimular la apariencia de los senos, ya sea para buscar una apariencia masculina o andrógina, aunque su uso va más allá de algo simplemente estético.
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¡Muchas gracias Alex por este sketch tan bonito de nuestro protagonista! <3
