Como a un chico

Capítulo 6

–Bien... Pues... —

Suspiré.

Empecé a ordenar todos los hechos y palabras dentro de mi cabeza. ¿Como le iba a contar todo? ¿Como se lo tomaría?

¿Tendría que contarle como me di cuenta de que era chico trans o podría simplemente soltarlo? ¿Debería contarle que me da miedo decirlo por miedo al acoso o simplemente no meter nada sobre mi pasado en la anterior escuela en esta conversación?

No tenía ni idea de por donde empezar.
Mis ojos se dirigieron a los suyos, él esperaba una respuesta y yo ya me estaba tardando demasiado. Por lo que pensé que no importaba de que manera se lo dijese, porque si Diego era una buena persona, me aceptaría tanto si lo dijera con un discurso o con unas pocas palabras.

Por lo que finalmente empecé a hablar.

–Soy... — Pero fui interrumpido. Nunca supe si eso fue una buena o mala suerte. Pero en ese momento logró mostrar una expresión de alivio en mi rostro.

– ¡Hey, Diego! ¡Pasala! — Al parecer uno de los amigos de Diego coló accidentalmente su pelota donde nosotros dos estábamos descansando. Entonces Diego, soltando una pequeña risilla, lanzó su pelota de vuelta a su amigo y se dirigió hacia él.

Me quedé viéndoles paralizado por unos segundos.

No pude evitar pensar...

Que yo no era un chico de verdad como ellos.

No era ni masculino, ni alto, ni plano, ni lindo como ellos. Mi pelo era más largo, mi voz más aguda, mi cara más femenina, mis muslos más gruesos. Todo de mi se veía como una chica.

No entendía porque Diego me veía como a un chico cuando ni siquiera yo mismo me veía como a uno.

Tal vez, Diego si me trataría como las demás si yo le contará. Decidí que... la mejor opción era evitar ese tema con él. Como si no hubiese pasado nada.

Le dejé una nota contándole que no me sentía muy bien y que me tenía que ir. Y eso hice. Me fui.

Me dió la sensación de que él se volteó para verme marchar.

➷ { DIEGO } ➹

Me dirigí hacía donde estábamos sentados. ¿Él simplemente dejó una nota? ¿No podía... No sé... Despedirse? Digo.

Me agaché y la leí detenidamente.

" Me duele un poco la barriga, creo que iré tirando ya para casa. ¡Gracias por hoy, lo pase bien! Hasta mañana
–Julen "

Lo insulté internamente. Se notaba que no le dolía nada. Al menos podía buscar una excusa mejor y no tan usada como esa... Pero bueno, que se le iba a hacer.

Miré al cielo.

– Siquiera me dió su número de teléfono —