Stand by me

Vergüenza

El omega azabache miraba como sus cosas eran trasladadas al camión de la mudanza, verificaba de que cada caja y mueble sean subidos con delicadeza, al igual como obsevaba como subian los muebles, ropa y demás que donaría a aquel camión parecido al de la mudanza. Esperaba que en aquel orfanato les venga bien lo que donaba, todas la cosas estaban en buen estado y las que no, simplemente las desecharía.

Sabía que debían tener cuidado, podían estar vigilados por algún secuaz de aquellos alfas. Pero sabían que si descubren donde viven tendrán que aguantar las visitas constantes de esos individuos. Pero algo en el corazón del omega lo hacia sentirse seguro al regresar a su antigüo hogar.

- Todo irá bien hijo, tranquilo.- musitó su papá omega.

- Si, lo sé. De cierta manera me tranquiliza ir a vivir nuevamente a casa, allí no es tan fácil que ingresen.- comentó.

El primer camión salió a su destino, y en la lejanía un carro negro lo seguía. En el segundo camión se subío el omega para poder dirigirse a su hogar.

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TaeHyung estaba más que emocionado su precioso omega viviría nuevamente a su lado. Por esa razón había desistido de buscar un departamemto para él, por el momento.

Por eso antes de que la familia Jeon llegara a su hogar nuevamente debía conversar sobre ese asunto con sus padres; a demás de tratar de averiguar cierto detallito que ocultan sobre la presentación del omega.

- Padre, ¿donde está papá Jin?.- preguntó al alfa mayor, que estaba leyendo un libro en la comodidad de su habitación.- Creí que estarían juntos necesito hablar con ustedes y es demasiado importante.- expresó.

- Pues bajo por una galletas, debe estar por subir.- respondió.- Pero dime, ¿paso algo?.

- Esperaré a que papá regrese, ambos, deben estar ambos.

- ¿Esta bien?.- dijo algo dudoso el mayor.

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Al otro lado de la cidudad, ya en las afueras se encontraba un alfa pelinegro golpeando con fuerza el volante de su auto, estaba lleno de ira, su lobo parecía salirse de control en cualquier momento.

- No te escaparas JungKook, serás mío tarde o temprano.- vociferó.

Aquel alfa había manejado durante casi tres horas, siguiendo al camión de mudanza, para al final llegar hasta un desolado barrio donde se encontraba un horfanato muy humilde. Se había equivocado de camión y siguió el que no debía.

Su padre se había enterado de que la familia Jeon se cambiaria de hogar nuevamente, pero el con su egocentrismo por lo alto le dijo a su padre que él era capaz de seguirlos y averiguar donde sería la nueva residencia de la familia, por lo que logró convencer a su padre de ir el solo y de que no enviase a sus secuaces. Gran error, siguió al camión equivocado y ahora deberá llegar a su casa para pedir ayuda de su padre por su tonto error.

- Tranquilo lobo, pronto volveras a hacerlo y aunque nos rechace será nuestro, ya sea por las buenas o por las malas.- dijo.

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-Y bien, ya estamos los dos, ¿que querías decirnos?.- preguntó Nam.

- ¿Acaso embarazaste a algún/a omega?.- pregunto el omega.

- ¿Es eso hijo?.- preguntó el alfa mayor.

- ¡No!, no es eso.- suspiró.- Quería saber cuales fueron las señales que tuvieron ustedes para saber que son el destino del otro.- pregunto.