Capitulo 5 : El Final.

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Los guardias habían quedado inconscientes, así que ahora, solo quedaban unos cuantos pasillos por recorrer hasta donde Raine tenía entendido estaba su violín. Después de  caminar suficiente (por suerte sin encontrarse con nadie en el camino); llegaron a un almacén, donde esperaban encontrar el violín de Raine sano y salvo, se aproximaron al gigantesco portón de madera gastada, pero no podían entrar deliberadamente : así  que  con un glifo, Eda hizo transparente  una pequeña parte de la puerta, para poder mirar dentro. En la habitación, se veía una gigantesca pila de instrumentos en medio de un montón de muebles viejos, fuera de estos el aula parecía vacía; se preparaban para entrar cuando, justo en ese momento algo se movió, en el fondo, unos relucientes ojos verdes se movían en la oscuridad, una voz aguda pero gutural saludó repentinamente, (la conversación de oía a través de la puerta) 

-Hola Kikimora!- carraspeó el individuo de los ojos brillantes

-Lord belos-. dijo Kikimora solemne-:hemos alimentado a las plantas come fuego del jardín como ordeno.

Eda quedó estupefacta tras escuchar esto, ¡¿Había dicho jardín?!, ¡¿Llamaban a esa fosa jardín?!, además no había ninguna planta en el jardín, en cambio, a Raine no parecía sorprenderle el lo más mínimo, pues ya había oído hablar de  de este tipo de plantas que imitaban rocas y comían fuego (las vendían en el mercado negro), eso explicaba por que no habían corrido hacía ellos hordas de guardias en cuanto pasaron las barreras de fuego, ¡No era un sistema de de seguridad complejo, solo estaban regando las plantas! (por así decirlo) de nuevo a Eda la fosa jardín le pareció bastante estúpida.

-Bien... tienen que estar listas ara el día de la unidad-. Afirmó belos en un tono tenebroso, para luego inclinarse sobre la pila de instrumentos, y tomar una mandolina de madera tallada que, se veía bastante vieja, pero se notaba que su dueño la había estado cuidando con amor pese al paso del tiempo. Con sus pútridas y huesudas manos "el Emperador" tomó ambos extremos de la mandolina y quebró la madera como si fuese un cascarón de huevo; un vapor azulado salió del ahora inútil cascaron del instrumento y Lord belos  lo absorbió a través de su horrenda mascara, a Raine le entraron ganas de vomitar.

-Aaah... estos instrumentos realmente han ayudado a incrementar mi poder, casi tanto como los taliamigos, verás Kikimora... los instrumentos musicales llevan parte del alma del musico consigo, es un tipo de magia primitiva quizás por ser inconsciente, pero por eso mismo es muy poderosa

Eda comenzó a preocuparse por lo que estaban presenciando, en su cabello King se estremeció, y hasta Hootie empezó a sudar frio, Eda miró a Raine que apretaba los puños con fuerza hasta encajarse las uñas; tras unos segundos Lord belos y Kikimora  salieron de la habitación Eda y Raine se apretujaron tanto para no ser vistos detrás de la puerta que Eda le tocó accidentalmente el trasero a Raine ; ambos se sonrojaron y  miraron  hacia otro lado esperando a que belos y Kikimora se fueran rápido, una vez estuvieron lejos; Raine y Eda volvieron a respirar, se separaron ligeramente sintiendo aún como si hubiera electricidad entre ellos, mirando por un momento los labios del otro; Eda se puso aun mas nerviosa así que se alejó unos pasos y dijo

-Ok démonos prisa y entremos antes de que alguien nos vea-. Raine se decepcionó por un segundo, pero Eda tenía razón, no había tiempo para eso había que entrar por el violín, Raine miro a ambos lados con cautela y se se preparó para entrar por el violín, abrió la puerta lentamente con Eda detrás  de el sujetándose  del borde de su camisa. Dentro de la habitación destartalada y polvorienta se acercaron  a la pila de instrumentos escuchando sus pasos resonar en el suelo como golpes  secos tac, tac, tac, Raine busco con la mirada su violín pero estaba muy oscuro para mirar; Eda usó un glifo de luz  y una pequeña esfera luminosa voló sobre la montaña de instrumentos, y entonces lo vio, ahí estaba : hermoso y perfecto como siempre; Raine contuvo el aliento de la emoción, el violín se encontraba a una altura que no podían alcanzar ni estirándose de puntillas, pero ese no era un problema para Raine : quien con un silbido emitió una onda sonora lo bastante fuerte para impulsarse  hacia arriba, Raine estiró el brazo y alcanzó el violín, sintiendo como el alivio lo embargaba. Eda comenzó a temblar sin saber por qué, cuando Raine tocó el suelo, se dio cuenta de que no era ella quien temblaba, King se asomaba entre su cabello y olfateando hacia el frente con sus amarillos ojos muy abiertos, exclamó

Eda x RaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora