Subimos a su casa completamente aceleradas y sin dirigirnos la palabra, como con miedo de que alguien pudiera saber lo que estábamos haciendo. Como si en cualquier momento alguien pudiera pensar que estábamos las dos juntas entrando a escondidas en su casa.
Que era exactamente lo que estábamos haciendo.
Carol abrió la puerta a toda prisa; yo entré lo más rápido que pude con la poca dignidad que aún me quedaba.
Era un piso tan encantador como ella; lleno de fotos de su familia, de regalos de fans y de recuerdos de todas partes del mundo.
- Tú como si estuvieras en tu casa ¿vale? Siéntate en el sofá.
- Qué salón más mono - le dije mientras caminaba.
- Muchas gracias, está desordenado y lleno de trastos - me contestó desde la cocina.
Oí ruido de copas y de plásticos y a los pocos minutos apareció con una botella de vino y cosas de picar.
- Carol...
- ¿Qué pasa? No querrás que te invite a mi casa y que no te ponga nada de comer.
- Carolina sabes de sobra que esto es trampa - le dije señalando la botella de vino.
- Bueno, como quieras. Yo voy a tomar un poco y voy a dejar aquí la botella, tú bebe si quieres y si no pues ahí tienes algo de picar - se desplomó en la otra punta del sofá y se bebió de golpe todo lo que se había echado en la copa. No pude más que mirarla con los ojos muy abiertos - Paula, no sé tú, pero yo necesito tener algo de excusa.No terminaba de estar convencida de nada de lo que estábamos haciendo, pero al menos no era mala idea el echarle la culpa al vino, así que cogí la copa y la imité.
Carol se rio y volvió a llenar las copas. Me acercó la suya para que brindáramos y bebió un sorbo. Después cogió unos folios en blanco que tenía en la parte de debajo de la mesa.
- Vale, a ver. Al grano. - se levantó y se alejó varios pasos del sofá, cogió los papeles con ambas manos y comenzó a hacer como que leía algo escrito - "Interior de casa de Amelia. Noche. Amelia."
Me reí.
- ¿Estás leyendo el guión?
- Es el comienzo del capítulo - la miré sonriendo con incredulidad - un trocito sólo, para ponernos en situación.
- Quiero que sepas que eso también es trampa.
- No podemos hacer esto sin trampas, Paula - me miraba por encima del folio con ojos de no haber roto nunca un plato-.
- Vale, está bien, una pequeña introducción. Pero sigo pensando...
- Que sí, que tienes razón. ¡Es trampa!Cogí otro par de hojas de debajo de la mesa e hice como que leía.
- A ver. "Interior de casa de Amelia. Noche. Luisi está sentada en el sofá del salón y Amelia está en la habitación."
Carol se fue corriendo para su cuarto.
- Amelia - continué haciendo como que leía - ¿vienes al salón?
- Sí cariño, dame un minuto que tengo que terminar una cosa - me gritó desde dentro.
- Jo, amor ven ya, que... - paré unos segundos, preparándome para lo que estaba a punto de decir - tengo ganas de darte un beso.Carol se asomó a la puerta, muy seria. Se acercó y dejó los papeles en la mesa. Se sentó en el sofá y se acercó poco a poco a mí, mirándome la boca y a los ojos de manera intermitente.
- Carol...
Se quedó quieta a pocos centímetros de mi cara. Yo ya estaba acostumbrada a tenerla a esa distancia y sabía lo que se sentía al notar tan cerca su respiración.
Me acarició suavemente la cara hasta casi llegar a la boca y, cuando comencé a relajarme y a bajar la guardia, me besó.
Por primera vez en la historia nos estábamos besando las dos solas, en silencio.
Nos besamos con una calma inusual, deleitándonos también por primera vez. Estábamos disfrutando de un tipo de beso del que no habíamos podido disfrutar nunca; intenso y totalmente en paz. Por primera vez nos besábamos sin un grupo de gente alrededor pendiente de todo lo que estaba pasando.
Nos estábamos besando de verdad.
¡NOS ESTÁBAMOS BESANDO DE VERDAD!
Cuando fui consciente de aquello empecé a ponerme muy nerviosa. Sentí que, efectivamente, lo que estábamos haciendo no estaba bien. Abrí los ojos y me aparté bruscamente de ella.
- Vale, ¿ves? - Carol se sonrojó y, visiblemente apabullada, se alejó unos centímetros de mí - Un beso y ya está, no ha pasado nada.
Pero no había sido un simple beso. Lo que acababa de pasar no se podía resumir con un "Y ya está".
Yo sabía que lo que estábamos haciendo estaba mal, sí, pero no sólo porque nos hubiéramos besado, sino porque a mí el cuerpo me pedía más.
Volví a acercarme a ella y le puse la mano en el cuello para atraer su cabeza hacia la mía. Acerqué mi cara a la suya y volví a besarla.
De nuevo nos encontrábamos las dos inmersas en lo que estábamos haciendo, sin pensar en nada más allá de dónde llegaban nuestras manos.
Para no perder la costumbre ni desvariar de nuestros hábitos, abrí un poco la boca y dejé que ella abriera la suya. Despacio, muy suave. Dejé pasar unos segundos y toqué con la lengua todas las partes de su boca. Su respiración comenzó a acelerarse y la cogí fuerte de la cintura.
A los pocos segundos fue ella la que se apartó.
- Vale, creo que las dos nos hemos dado cuenta de que esto ha sido una tontería.
La miré con cara de sorpresa y no pude evitar reírme.
- Ah, ¿sí? -le dije-.
- Sí, sí. Una tontería, ya está - cogió la copa de vino y volvió a terminársela de un trago, alejándose aún más de mí-.
- ¿Estás segura de que es una tontería, Carol? ¿O es que te estás poniendo tan nerviosa porque el primer beso que nos damos te está gustando tanto como a mí? -me acerqué a ella-.
- No, Paula.
- Y te estás poniendo cachonda, igual que me estoy poniendo yo -me acerqué más-.
- Paula. - se puso de pie de un salto, aún con la copa vacía en la mano - tenemos que parar.Me volví a reír. Cogí la copa de vino y me bebí de un trago todo lo que quedaba.
- Sí – me levanté despacio del sofá - Supongo que tienes razón. Me voy, pues.
Le di la espalda a Carol y me agaché hacia la mesa para recoger los platos.
- No recojas aún, voy a acabarme lo que queda.
Oí su voz cerca, muy cerca. Cuando me incorporé noté que Carol estaba justo detrás de mí, tan cerca que podía sentir su respiración en mi nuca y su cuerpo cerca del mío.
Me di la vuelta muy despacio, clavé la mirada en sus ojos y nos quedamos mirándonos en silencio durante unos segundos.
- Dame un momento, que cojo las llaves y te llevo en coche - me dijo-.
- Ni de broma. No te preocupes porque voy a coger un taxi. Además, has aparcado en un sitio estupendo y no quiero que lo pierdas - intenté alargar las palabras todo lo que pude. Estábamos tan cerca que casi sentía su voz dentro de mí.
- Qué tontería, si no me cuesta nada.Puse la mano en su cintura y apreté con suavidad. La miré fijamente a los ojos, intenté sentir su respiración una vez más y con toda la delicadeza que pude la aparté de mi camino para poder ir a coger mi chaqueta.
- No te preocupes. Además has bebido un poco y mejor que no tengas nada que ver con multas hoy.Me sonrió.
- Vale, te acompaño a la puerta al menos.
- Eso te lo acepto.Me acerqué a la silla para coger mi chaqueta y la carpeta que no recordaba haber traído. Me acerqué a la puerta y Carol me siguió.
- Hasta mañana entonces.
- Hasta mañana, Paula.Me acerqué a darle dos besos y ella se limitó a sonreír. Después salí por la puerta y cerró detrás de mí.
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Mañana es tardísimo
Любовные романыCONTENIDO EXPLÍCITO ======= ¿Qué le pasa a Carol? ¿Por qué va tan pensativa? ¿Es por el rodaje de hoy?