Salto temporal - Junio 2021
POV Maca
Mientras estoy sola en el depto estoy pensando en la Jose ya que aparte de avisarme que venía en camino, también me dijo que necesitaba conversar algo muy importante conmigo. Estoy impaciente y nerviosa, quiero saber ya qué es lo que me quiere decir.
Luego de un rato la veo llegar y me sorprendí al ver su nuevo look, traía su pelo más corto de lo que ya lo tenía, la noté muy nerviosa y en su mirada notaba miedo. Como pudo, me dijo que quería hablar conmigo de una vez para no seguir más con rodeos, ya que no le estaba haciendo bien ocultar lo que estaba a punto de revelarme.
Apenas quiso hablar rompió en llanto, un llanto desolador como hace tiempo no ocurría, no se me ocurrió otra cosa más que abrazarla para contenerla y tranquilizarla, esta situación se me estaba haciendo muy familiar, ya que cuando le conté a ella siendo apenas una niña que yo era lesbiana, mi Enana en vez de juzgarme, hizo lo mismo que ahora estaba haciendo yo con ella. Al cabo de unos extensos minutos, se tranquilizó un poco y me tomé el atrevimiento de comenzar con la conversación esta vez.
- A ver Enana ven sentémonos a conversar.- le señalo el sillón.- Cuéntame qué es lo que tienes que decirme.
- Tengo miedo Maca, no sé cómo irás a reaccionar con lo que te quiero decir, si te vas a enojar o te vas a desilusionar o no sé, no sé cómo decirte esto que me pasa.- me decía angustiada desviando la mirada.
- Enana mírame poh, soy yo la Maca, tu hermana que te ama más que a nadie en este mundo, seas como seas o hagas lo que hagas yo te voy a amar y apoyar hasta que me vaya a visitar a la mamá para siempre. Así que tranquilita, respira y cuéntame que es lo que te tiene así con tanta penita, te prometo que no me voy a enojar ni nada.- le dije con toda sinceridad.
Luego de otros extensos minutos de silencio y mimos para tranquilizarla y que se sintiera apoyada, al fin dice lo que tenía que decir, algo que por mi parte, ya venía imaginando desde hace un tiempo.
- Maquita es que... Soy trans.- dice avergonzada agachando la mirada, dejando escapar unos sollozos.
- Suspiro y la abrazo.- Ya pero mi amor tranquilita, si está bien, no tiene nada de malo, mírame ¿Cómo se te ocurre que me voy a enojar o desilusionar por eso? - le sonrío.- De hecho, ya lo intuía desde antes que incluso tú te dieras cuenta, si te conozco tanto Enana, solo estaba esperando a que tú me lo dijeras.
- ¿En serio Maca? Tenía tanto miedo de decírtelo, me dolía el pecho y me la pasaba llorando estando a solas de tanta angustia que sentía por guardarme esto.
- Si poh Enana, si tú sabi que podi contar siempre, siempre conmigo, yo no soy nah como el Sergio. ¿Acaso no recuerdas que fue lo que me dijiste tú cuando te dije que me gustaban las mujeres? Me apoyaste de una y sin juzgarme, en cambio el Sergio ¿Qué hizo? Mejor ni recordarlo. Así que ahora que él no está, podemos vivir libremente nuestra vida y nadie nos tiene por qué decir nada.
- Tienes razón Maquita, gracias.- se abalanza para abrazarme.
- Te adoro Enana.
- Oye tengo ganas de ver una película pa distraernos un rato.
- Ya poh, ¿Te molesta si invito a la Rubí? No la he visto hoy.
- Obvio que no poh pava, igual podría aprovechar de contarle esto que me está pasando, ya me siento más tranquila para conversarlo bien sin tanto tormento.
