CAPITULO 4°

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Esta semana fue muy buena, las clases son muy divertida e interesantes. Tal vez porque no estuve sola a la hora del almuerzo, pero me siento muy cómoda en esta universidad, hoy me levante y me di cuenta de que es fin de semana baje y desayune algo muy rápido. Me apure y deje lo más limpia posible la casa, para luego salir al supermercado más cercano y comprar muchas botas y un bote enorme de helado napolitano.

Sin darme cuenta la noche llego, le mande un mensaje a Leah con mi dirección y luego tome un baño. Una hora después el timbre de mi puerta sonó, aun me faltaba secar mi cabello, pero aun así corrí hacia la puerta a abrirle a Leah. Al entrar me percate de que traía con ella una bolsa.

-Traje algunas bebidas, unas con alcohol y otras sin alcohol para ti, supuse que no bebes algo- dijo ella dejando la bolsa en la mesa de estar.

-No, no tomo algo, muchas gracias por eso. - le dije sonriendo – puedes sentarse, aun me falta secarme el cabello- dije señalando el sillón detrás de ella.

- ¿Puedo conocer tu cuarto? - dijo ella con unos enormes ojos que no pude negarme.

Las dos subimos mientras ella contaba chistes y yo me reía de ellos. Al entrar ella observo todo a su alrededor, mientras observada con asombro todo.

-Tu habitación es muy hermosa y esta muy organizada- dijo con una mirada de asombro y felicidad. – mi cuarto no se parece en nada a esto- dijo para luego lanzarse en la cama y reír.

No respondí nada y me apresure a secarme el cabello, creo que ella se esta acostumbrando a que yo no responda nada, creo que ella saber que le pongo mucha intención, pero no encuentro la forma de responder. Por unos cuantos minutos el silencio invadió el cuarto hasta que ella decidió hablar.

-Puedo preguntarte algo- dijo mientras seguí acostada en la cama.

-Si, claro- dije para voltear a verla.

- ¿Te gusta Reney De Lucas? - dijo para luego, sentarse en la orilla de la cama. -se que esta no es la primera vez que pregunto y que tal vez no me tienes la suficiente confianza, pero me gustaría saber- después de eso un silencio invadió la habitación.

- ¿A ti te gusta? – después de unos minutos de silencio fue lo único que salió de mi boca.

-No- dijo para reír por un largo tiempo – Tu eres la que lo ve de lejos, no yo- me dijo con una hermosa sonrisa

-Entonces por que tú también llegas a las gradas todos los días – yo también quería respuestas

- Es un muy bue lugar para fumarte un cigarrillo- dijo y agacho su cabeza con pena – y yo ya tengo novio- lo dijo muy despacio que no escuche muy bien.

-Perdón, pero no escuche- dije un poco confundida

-Que yo ya tengo novio- no pudo decirlo sin antes sonrojarse

- Pareces un tomate- me reír – Quien es el afortunada- dije con una pequeña risa chillona

-Se llama Adrien Lefebvre y esta en el equipo de futbol – no dijo nada por unos segundo -Es amigo de Reney – dijo mientras se tapada la cara con una almohada

-Ahora todo tiene sentido- reí por unos minutos

-Pero tu aun no contestas mi pregunta- dijo con una mirada de intriga

-No... no lose, no lo conozco, aunque es un chico muy atractivo nunca hemos hablado, y solo hemos cruzado mida un par de veces. - dije indicando que era hora de bajar

Bajamos y pusimos las botas en botes muy pequeños y nos servimos una cantidad muy grande de helado. Nos acomodamos y preparamos una película.

-Sabes, el pregunto por ti a mi novio- dijo mirándome

Me quede en silencio y no hablamos del teme en toda la noche, aunque en mi estomago surgieron mariposas, tome agua y las ahogue por mi bien.

Como alguien tan popular y atractivo se fijaría en mi esto solo es una broma de mal gusto. 

EFÍMERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora