9 -De vuelta a Ryomen-

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#2

Olivia llegó al restaurante, saludó a todos los empleados, sus compañeros, y a la gerente, la señorita Jun

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Olivia llegó al restaurante, saludó a todos los empleados, sus compañeros, y a la gerente, la señorita Jun. Todo se veía diferente a lo que recordaba. Estaba todo muy reluciente y armónico, la decoración tenía un toque sutil elegante rasgando la primavera característica de Okinawa. Todos se alegraron muchísimo de verla. La recibieron entre besos y abrazos. El Ryomen se inundó de emoción, de alegría y de alguna que otra lagrimita que se le escapaba a Isabella.

—Nos alegra muchísimo tenerte de nuevo aquí entre nosotros, Olivia —dijo Jun, emocionada como todos—. Todos te echábamos de menos.

Olivia sólo era la chica que fregaba los trastos sucios en la cocina, no se imaginaba que incluso la gerente del restaurante llegaría a extrañarla tanto. Se emocionó con sus palabras.

—Aw, muchas señorita Jun, yo también los extrañé un montón a todos.

—Olivia, ¿por qué no tomas asiento? Hoy eres nuestra clienta VIP. Pide lo que quieras y te lo serviremos —todos estaban contentos de verla—. Es más, yo personalmente me encargaré de tu comanda.

Era una sensación un tanto extraña, pero agradable a la vez. Que la misma gerente se prestara a servirla personalmente, no era algo que ocurriría todos los días, a fin de cuentas ella sólo era una empleada más.

—Pues mira, no pienso desaprovechar esta oportunidad —dijo sonriente, frotándose las manos—. Voy a tomar una langosta asada con ensalada de coles, un rabo de buey con guisantes y puré de patatas, y por último... —se tomó su tiempo para pensar— por último me tomaré un delicioso púdin caramelizado de vainilla —la boca se le hacía agua.

—¡Marchando! —la gerente fue a la cocina a encargarse personalmente de la comanda como dijo.

Hablando con Isabella, Olivia se percató de que no estaba Azuki.

—Perdona Isa, ¿no sabrás por casualidad dónde estará Azuki, no?

—Ah, sí. Se me pasó decirte que Azuki fue a entregar un pedido. Volverá pronto, supongo.

—Qué raro, ¿no? Habiendo repartidores para levar los pedidos, no entiendo porqué tuvieron que mandarla a ella.

Isabella tomó asiento frente a ella.

—Te cuento —miró a ambos lados por si alguien la observaba o escuchaba—. Resulta que desde hace unos dos meses Azuki se comporta de manera extraña.

—¿Cómo de extraña? —demandó intrigada.

—Pues un día fue a ver a Jun y le pidió que la dejaran encargarse de los pedidos cercanos al restaurante.

Frunció el ceño.

—Eso es extraño. La madre de Azuki no tiene problemas económicos, que yo sepa. ¿Por qué querría Azuki encargarse de los pedidos?

STRANGE FEELINGS [PAUSADA// EN CURSO Y CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora