Siempre encontré interesante el mundo de los grandes proveedores de sustancias ilícitas, no para consumirlas; sino porque vivía una vida tan monótona que el hecho del pensar en sentir un poco de adrenalina, era música para mis oídos.
Así fue como un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Preparen sus cosas, nos vamos a China al campamento para entrenarlos – hablo Lía llevándose la atención de todos en la sala. Trague saliva y la mire preocupada, llevarlos al campamento es un recurso de suma urgencia.
- Lo saben – solté y ella asintió
- Saben todo el plan –
- Como mierda paso eso, no dejamos a nadie vivo – podía sentir la alteración de Emily desde mi asiento, no puedo olvidarme de darle sus pastillas o algo malo puede salir – nadie quedo vivo ninguna de las 2 veces – agregue.
- Creímos que sabían solamente de las rutas de comercio, no que con esa información iba algo más importante – Lía se frotaba la cien al hablar a causa del estrés.
- En Rusia saben quién es la princesa de la mafia y el Boss ya está ofreciendo una recompensa a quien traiga su cabeza – siempre soy la más relajada cuando llegan este tipo de noticias, pero esta vez mi cabeza empezó a doler con solo imaginarme todo lo que viene. Saber quién era la heredera de la mafia era algo para tentar al enemigo, es el secreto más grande que hay dentro de la familia que no se rebela hasta el día de su coronación.
- Doy la autorización para activar el código número 52 y será aplicado en el momento en el que dejemos esta habitación para todos los presentes – hice un repaso mental de nuestras leyes.
- Expansión del código número 5 a quienes los lideres consideren merecedores debido a situación de suma urgencia – Ares hablo dejando a todos los de la sala confundidos excepto a los integrantes del campamento.
- ¿Que es el código 5? – hablo Theo confundido.
- Proteger la vida de la princesa con la nuestra de ser necesario – dijimos al unísono Ares, Emily, Aeneas y yo.
El silencio en la habitación era ensordecedor, llevarlos a China era un movimiento no solo peligroso, sino que también estúpido sabiendo que uno de sus padres está filtrando información nuestra a agencias gubernamentales.
- ¿Cuándo nos iríamos? – termine mi agua y le hice una señal a Theo para que me sirva más.
- Mañana a primera hora – asentí con mi cabeza para tomarme todo el contenido del vaso y después levantarme llamando la atención de todos los presentes en la sala.
- Aeneas – solo me basto decir eso para que mi amigo se parase y me siga – tengo que terminar de arreglar unos asuntos con Masashi antes de irme a China – Lía no dijo nada y solo me dedico una mirada comprensiva.