ADRENALINE 11

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10 A.M.

- Te odio, sabias –

Unos lentes de sol tapaban mis ojeras por no haber dormido mucho anoche. Emily me llamo hace 1 hora para avisarme que tenía que ir a comprar maquillaje para mañana porque según ella, ninguna de las 10 paletas de maquillaje tenía el tono rojizo que ella necesitaba.

- No es mi culpa que hayas estado follando toda la noche – rodee mis ojos.

- ¿Cómo te fue anoche en la cena? – cambie de tema.

- Bien, mis padres lo reconocieron rápidamente así que se pusieron felices de conocerlo – estaciono el auto cerca de las tiendas que quería recorrer – obviamente no faltaron las advertencias de padre sobreprotector que mi padre le dio, pero aparte de eso todo bien – hizo comillas con los dedos.

- ¿Les contaste de la iniciación? – nos bajamos del auto y empezamos a caminar por la avenida.

- Si, sabían que eso en algún momento iba a pasar así que no se preocuparon mucho – asentí y dejé el tema ahí.

Durante el resto del día entramos y salimos de locales, comimos, miramos ropa y Emily pudo conseguir el maquillaje que tanto quería.

Mañana era nuestra entrega de diplomas y aunque no lo quería aceptar, dolía que ninguno de mis padres pueda estar presente, sé que es por su seguridad, pero igual me dolía. Hace 1 mes que habíamos comprados los vestidos así que no me preocupaba mucho por eso, Olivia dijo que iba a estar temprano en mi casa para poder arreglarme. Hablé con Theo por mensaje antes de irme a dormir y puse la alarma para levantarme temprano e ir a correr.

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Correr siempre era mi escape, mi cable a tierra, lo único que me ayudaba a relajarme y sacarme el estrés de encima, o por lo menos, de una manera no tan insana como mis otros métodos para relajarme.

Estaba trotando escuchando Oasis de fondo cuando una llamada interrumpe mi ejercicio, miré la pantalla y me encontré con el nombre de alguien que extrañaba mucho – Aeneas –

- Prinkípissa – como extrañe el tono profundo de su voz.

- Aeneas – trate de ocultar la emoción cundo hable, pero fue en vano porque se dio cuenta igual.

- Yo también te extrañé agápi mou - ~amor mío~, pude sentir el ritmo de mi corazón acelerarse y no por el ejercicio recién hecho.

- 6 meses Aeneas, 6 meses tardaste en volver a contactarte conmigo – mi voz quiso quebrarse, pero no me lo permití – creí que algo te había pasado, me preocupé – las lágrimas se acumularon en mis ojos, pero no las permití caer.

- Prinkípissa - lo escuché dar un triste suspiro – no fue porque quise y lo sabes, tuve que volver a Grecia porque mi hermano me necesitaba –

- Me importa una mierda el estúpido de tu hermano, hiciste un pacto, primero yo y después el resto – ya no estaba triste, sino enojada – ni eso fuiste capaz de cumplir.

- Lo se por eso te tengo una sorpresa, sé que no se compara con mi ausencia de 6 meses, pero sé que te va a ayudar – sabia a lo que se estaba refiriendo, era hora de volver a hacer mi otro cable a tierra.

- ¿Para cuándo? – pregunte ahora ansiosa.

~ No si la cuadripolar ~

- Hoy a la noche, paso a buscarte a las 11 –

- Sabes que hoy a la tarde es mi graduación, ¿no?.

- Si, como también sé que no te vas a negar a mis sorpresas – lo odiaba, pero tenía mucha razón.

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