Tipo: x Lectora ([Tn])
Narración: Tercera persona
Temática: RomanceAviso: Mención a Bashashi, un caballo alado que aparece en el manga «Memory of Red». Yo no lo consideraría spoiler, pero por si acaso.
¿Por qué?
Saruhiko FushimiAgazapada entre los arbustos, [Tn] esperó a que los dos hombres que vigilaban la puerta se marchasen. Tenía la sensación de llevar horas ahí esperando y pronto tendría que regresar a Homra. Los chicos no tardarían en notar su ausencia y no sabía cuanto tiempo más podrían ganar Anna y Tatara para ella.
Impaciente, comenzó a tamborilear con los dedos sobre el suelo. ¿Es que esos azules no iban a descansar nunca?
Los minutos seguían pasando y los dos guardias no daban signo de moverse. De vez en cuando bromeaban entre ellos, pero siempre sin abandonar su puesto de trabajo. En cierto modo, era admirable la disciplina que tenían. En Homra, los únicos que quizá podrían hacer algo así, eran Izumo y Masaomi. El resto —a excepción de Mikoto cuando dormía— era incapaz de permanecer más de diez minutos en el mismo sitio sin moverse.
Finalmente, media hora más tarde, los dos hombres se estiraron y volvieron al cuartel.
La joven se apresuró a seguirles. Tenía que entrar antes de que llegase el siguiente turno.
Una vez dentro, se escondió de nuevo detrás de algunos árboles y examinó el camino, en busca del pequeño establo. Ahora, solo tenía que encontrar a Basashi.
Era la primera vez que se colaba en Scepter 4 por lo que no sabía cuál era ella ruta más rápida. La parte positiva era que los dos caminos bordeaban el edificio, de modo que eventualmente llegaría a su destino.
Decantándose por el camino más cercano, [Tn] recorrió el perímetro del cuartel azul hasta dar con su paradero, que resultó estar a pocos metros de la entrada.
Al llegar, sonrió victoriosa.
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Un repentino movimiento llamó la atención de Fushimi, que frunció el ceño al ver una silueta extrañamente familiar y la vez ajena a Scepter 4.
¿Esa no era [Tn]? ¿Qué hacía allí?
Y lo más sorprendente de todo: ¿cómo no la había visto nadie con lo mal que se escondía?
Se había refugiado detrás de un tronco que la tapaba mayormente, pero había asomado la cabeza por uno de los lados mientras escudriñaba su entorno. Parecía buscar algo.
Fushimi la vio dudar unos instantes antes de comenzar a andar en dirección a la parte trasera del edificio, y decidió seguirla.
Al ver a donde se dirigía, una sonrisa cínica afloró a sus labios.
Seguía siendo tan imprudente como el resto de miembros del clan rojo y demasiado confiada. Estaba tan concentrada en su incursión que en ningún momento comprobó que no hubiera nadie siguiendo sus pasos.
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Sin contratiempos, [Tn] alcanzó la puerta del establo y la abrió con sigilo, ya que no estaba segura de que no hubiese nadie dentro. Un suave relincho la recibió.
Afortunadamente, no había nadie más en el establo, a excepción de ella y el hermoso y blanco corcel.
—¡Basashi!— saludó, corriendo para abrazar el cuello del caballo y acariciar su crin. El corcel estiró el cuello y resolló feliz, encantado de volver a verla y recibir sus caricias.