K Project [One Shots]

|Suoh Mikoto| Sinner (+18)

Tipo: x Lectora ([Tn])
Narración: Tercera persona
Temática: +18, Romance.

Mi yo interior: Ay, no, que vergüenza escribir estas cosas.
Mi yo adulto: ¿Pero de qué hablas? Como si no te encantase leerlas luego...

Hace no mucho, una chica me pidió un One Shot +18 de Mikoto y mi yo eternamente enamorada de este hombre dijo: «¿Por qué no?»

Así que, aquí tenéis el resultado. No estoy acostumbrada a escribir estas cosas, así que espero que al menos haya quedado decente.

Para los que han leído la historia «Sinner», podría ser lo que pasó en Lujuría.

Para los que no la habéis leído, no importa. Se puede leer sin problema como un One Shot independiente.

Sinner
Suoh Mikoto

La joven no podía creer lo que acababa de escuchar. 

Sentía como la vergüenza teñía sus mejillas y coloreaba sus orejas hasta alcanzar un tono de un rojo tan intenso, que ni siquiera sabía que existía.

¿De verdad se había confesado estando borracha? 

¿Cómo podía ser tan idiota?

Encima de ella, Mikoto sonreía con suficiencia. Sus fuertes brazos todavía apoyados sobre la cama, uno a cada lado de la cabeza de [Tn], y sus piernas rodeando su cintura.

«Quería volver a oirtelo decir sin hipidos de por medio»

Quería que la tierra se abriese y la tragase, ahorrándole así la molestia de tener que vivir sabiendo que se había declarado, no una sino dos veces a su Rey, y ni siquiera recordaba la primera. 

O mejor aún; quería despertar y darse cuenta de que se había quedado dormida sobre la barra y solo estaba soñando. 

Al fin y al cabo, no sería la primera vez que imaginaba que esos ojos dorados la miraban así, fijamente, como si no existiese nada más en el mundo. 

No sería la primera vez que se imaginaba entre los brazos de Mikoto, confesando cuánto deseaba ser correspondida.

Sin embargo, la parte más racional de ella insistía en que, si fuera un sueño, no sentiría su corazón latiendo desbocado, ni el cálido aliento de Mikoto sobre sus labios; no sentiría ese nudo en el pecho, ni esas repentinas ganas de llorar.

«¿Podemos fingir que esto no ha pasado?»

Se moría de ganas por decir eso en voz alta y después salir corriendo. 

Volvería a casa de sus padres, ahorraría un poco y empezaría una nueva vida lejos de allí. Lejos de ese hombre que hacía que le temblasen las piernas y sus pensamientos se desordenaran, impidiéndole formar alguna frase coherente. 

Lo suficientemente lejos, como para poder fingir que Mikoto no había escuchado dicho su patética declaración y que no había tenido que escuchar su respuesta.

Cuando Mikoto se movió un poco, [Tn] sintió pánico. No quería oír su rechazo. 

Ni siquiera sabía por qué había sido tan idiota de confesar que llevaba enamorada de él desde que vio su sonrisa por primera vez.

Sin embargo, su mente quedó en blanco al sentir como, en vez de responder, Mikoto presionó sus labios contra los suyos.

Al sentir que el cuerpo de la joven se congelaba ante su roce, Mikoto interrumpió el beso. 

Aunque llevaba meses deseando probar sus labios, no quería asustarla. Todavía no sabía muy bien cómo lidiar con la emoción que le embargaba al haber escuchado que ella sentía lo mismo que él por ella.