Ya nada tiene sentido

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José llegando a casa fue a darse una ducha para calmar su enojo hacia un mocoso menor y mal educado que lo ha estado molestando desde un comienzo. Jose jamás pensó que realmente algún día una mugrosa piedra interrumpiera su tanque de aguas tranquilas al cual llamaba vida. Jose al recordar la cara de aquel chico a la cual empezaba a odiar sentía como su cuerpo se estremecía de una manera extraña y su corazón latía sin parar como si fuese un ataque al corazón y le dolía demasiado el pecho. Y mientras su cuerpo reaccionaba de esa manera extraña, su mente se escapa a una extraña imaginación donde deseaba que Erick estuviese detrás de él y con el calor de el agua caliente de la ducha empezase a empapar cada ventana o espejo. Y mientras sentía la respiración de Erick en su espalda este empezaba a tocarlo poco a poco cada parte de su cuerpo y algo duro y grande pasaba por su cintura. Y de repente Erick agarraba con una mano toda su cintura y con la otra mano lo sujetaba fuertemente hasta la pared y fuertemente empujaba aquello duro y grande en sus muslos haciendo que aquella sensación sea más inolvidable. Su voz se volvía más sensible y salían fuertes gemidos de ella mientras Nick mordía su cuello con fuerza y empujaba más fuerte hacia él. Jose siempre quería ser activo y tenía un gusto fuerte por los chicos pequeños y lindos pero era la primera vez que tenía una fantasía despierto haciendo el papel de pasivo con alguien al cual empezaba odiar. Jose voltea con decepción su parte baja y al parecer si estaba duro y levantado, Jose no podía creer que tuvo una fantasia con Erick mientras se estaba duchando. Jose siempre supo que tenía una debilidad por aquellos chicos que eran lindos e inteligentes pero siempre se supuso ser el activo ya que nunca se le pasó por la mente la idea de ser pasivo. Por segunda vez experimentó una fantasia con alguien pero esta vez él era el pasivo en ella. 

Dulce EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora