Día 5: Luna de Miel

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Jiang Cheng cerro el paraguas una vez ya se encontraba dentro del complejo de departamentos donde vivía, sonrió para si mismo antes de entrar al elevador y dirigirse a su departamento. Saludo a sus vecinos que se encontraba en el camino no sin antes alimentar a los pequeños canarios mascotas de una de las ancianas del edificio. 

— ¡Volví! —grito entrando en el departamento. Una bola de pelos se restregó entre sus piernas dándole la bienvenida. 

Dejo la bolsa del super en la mesa de la cocina, tomando lo que le interesaba se dirigió a la habitación principal, cambiándose por ropa más cómoda se acerco lentamente a la cama donde yacía el cuerpo de su esposo. 

—A-Cheng — dijo Lan Xichen, murmuro extendiendo su mano. 

Jiang Cheng tomo la mano para besarla, se sentó el la esquina de la cama tocando con su mano libre el rostro del Lan quien seguía su toque.  

— ¿Cómo te sientes? 

 —El dolor de cabeza ha disminuido. — dijo ronroneando por el toque frió del Jiang. 

Jiang Cheng soltó una pequeña risa, rodeando la cama se acostó dejando que el Lan se acurrucara en él. — ¿Ahora quien se comporta como un gato? —murmuro jugando con el cabello del mayor. 

—Pero yo no lo niego. 

Lan Xichen se acerco aun más al Jiang impidiendo su escape quedando así abrazados, fuera de su hogar la lluvia seguia corriendo dandole al ambiente un estado humedo y frío, Sandu el perro de la pareja descansaba no tan lejos de ellos cubierto con su manda y sus dos peluches con la forma de sus humanos. El viento comenzaba a soplar con más fuerza meciendo las ramas de los árboles y la noche llegaba cubriendo todo con su manto. 

—Perdón. —dijo el Lan enterrando su cara en el cuello del Jiang. 

—A-Huan... 

—Arruine nuestra luna de miel.

—Ya hablamos sobre esto A-Huan, no es tu culpa. —Jiang Cheng se deslizo por la cama hasta quedar cara a cara con su esposo. —No me importa cuidarte, es más me alegro que sucediera ahora, hubiera sido peor si sucede cuando estamos afuera. Y por como vas puede que para mañana ya estes curado, eso nos deja unos meses de vacaciones.— dijo dejando un casto beso en los labios del Lan. 

—A-Cheng si haces eso te puedes enfermar. 

—Mm... si me enfermo voy a tener al hombre más codiciado de toda China atendiendome personalmente... Si, el sacrificio vale la pena.— volvió a dejar otro beso en los labios del Lan. 

—A-Cheng... 

— ¿Si? —pregunto fingiendo inocencia mientras besaba el cuello del Lan que poco a poco se iba acostando boca arriba permitiendo que el Jiang se subiera en él.    

—N-no podemos. 

—Pero si te estoy dando tu medicina.— respondio parando los besos. 

— ¿Medicina? 

—Escuche que sudar ayuda a bajar la fiebre. —murmuro cerca de la oreja del Lan para después morderla. 

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— ¡Achu! 

—Te lo dije A-Cheng.— Lan Xichen puso la taza de té en la mesa y arropo al menor. 

—No puedes culparme, tenerte cubierto de sudor, sonrojado y a mi mercer, ¿Cómo esperas que me quede quieto? —se defendio el Jiang. 

Lan Xichen sonrió moriendose el labio para no tirsele encima. —Te recuerdo mi corazón que tu estas en una poción familiar.  

—Por suerte tengo a un esposo sabio que no cometera el mismo error dos veces. 

Jiang Cheng extendio sus manos dandole acceso a Lan Xichen de meterse entre sus brazos, apoyandose de uno de sus brazos evito que su peso cayera completamente en el menor quien rodeaba con los suyos el cuello del mayor. 

—Feliz Luna de miel mi luz. 

❥𝑿𝒊𝒄𝒉𝒆𝒏𝒈𝒄𝒍𝒊𝒑𝒔𝒆𝟐𝟎𝟐𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora