°Tokyo Revengers: Segunda generación°

Visitando a los suegros

- Kai en serio, no es necesario que vayas si no quieres... se que no te agrada papi. - decia Kira desde el marco de la puerta. De los nervios se encontraba mordiendose las uñas, no se sabía cuál de los dos estaba más nervioso.

La de lentes se encontraba en casa de su novio, más por el echo de que trataba de convencerlo de no ir a su casa para conocer formalmente a sus padres. No es que no quisiera formalizar su relación, si no que sus padres eran algo especiales... Y a kai no le agradaba uno de ellos por sus actos en el pasado contra sus familiares.

- Iré se todas formas ¿Que podría salir mal? - Decía el pelinegro. El cual ya se encontraba vestido y peinado.

- Muchas cosas podrían salir mal. - Murmuró en un suspiro. - Kai... estas temblando, ya hasta pareces chihuahua. - Colocó una mano sobre su boca para evitar reír.

- ¿Uh? Son imaginaciones tuyas, no estoy temblando ¡Y no parezco chihuahua! - Se quejó el pelinegro. Provocando que unas carcajadas salieran de la boca de la chica.

- Claro claro, y yo no soy miope. - Rodó sus ojos con diversión. El teléfono de la chica había sonado, dándole la notificación de un mensaje. - Andando, nos están esperando.

- ¿No hay tiempo para arrepentirse? 

- No, yo te advertí, pero no me hiciste caso. - Le sacó la lengua de forma juguetona.
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- Muy bien... Así que tu eres el novio de mi hija. - Kisaki y kai se encontraban sentados en sofa's individuales, la tensión podía sentirse en el ambiente.

Kai solamente asintió. Kisaki seguía estudiandolo con la mirada, el ya sabía quienes eran sus progenitores así que se había ahorrado preguntar; pero aún no aceptaba del todo que su hija saliera con el, el único que le había dado luz verde era hanma, no sin antes amenzarlo si le hacía algo a su retoño. Un resoplido salió de los labios oji-morado, de su pantalón saco su pistola y la dejo sobre la mesa, mirando fijamente al pelinegro mientras se cruzaba de brazos.

- Tienes cinco segundos de gracia para que me digas que intenciones tienes con mi hija. - Dijo sin alguna expresión en su rostro.

A kai ya se le había ido el alma del cuerpo hace tiempo, Kira se encontraba junto a hanma mirando todo desde lejos; si antes estaba nerviosa ahora más. El único que disfrutaba todo esto era hanma, quien se encontraba con un boal de palomitas disfrutando el espectáculo.

- Y-Yo... no tengo malas intenciones con su hija señor kisaki; la respeto y nunca le haría daño... - Kai paso saliva nervioso. La mirada filosa de kisaki sobre el lo hacía pensar que terminaría con un balazo.

El de lentes lo estaba meditando, era el primer pretendiente que traía su hija a la casa, pero no esperaba que fuera el hijo de matsuno y baji... tremendos gustos tenía su hija, pero quien era el para juzgar, tenía hanma y eso daba mucho de que hablar.

- Kisaki~ cielo ¿No es mucha intimidación?  Le darás mala imagen al joven.  - intervino hanma. Kai creía que su alma había vuelto,  pero fue todo lo contrario.

- Cállate,  si no quieres ser tu el que termine con un balazo entre ceja y ceja. - Dijo el rubio sin quitar su mirada filosa del joven pelinegro frente a él.

Hanma se alejó para ir con su hija, mientras le daba una leve caricia en su cabeza. - Hice lo que pude. - Se encogió de hombros para luego ir por su boal de palomitas otra vez. Ni te esforzaste papá

Kira se armó de valor para dirigirse hacia kisaki,  se colocó al lado de el y lo tomo del brazo mirándolo.

- Papi... emm, no crees que... ¿podrías darle el beneficio de la duda? - Decía. Haciendo que la mirada de su progenitor se fijará en ella, pero de una manera más suave.

- ¿Beneficio de la duda?

- Si... podrías estudiarlo con el tiempo y sacar tu propia conclusión de si es bueno para mi o no. - Dijo tomando la mano de su padre. Este parecía meditarlo para luego suspirar en el proceso.

- Bien. - Kisaki fijo su mirada nuevamente en el chico.- Estarás aprueba mocoso. - Este se levantó. Beso la mano de su hija para luego guardar su pistola e ir a preparar algo para comer,  claro en compañía de hanma.

La pelinegra se acercó al chico, tocando su hombro. - Ya puedes respirar,  pasaste la prueba. - Dijo riendo.

Kai simplemente soltó todo el aire que tenía acumulado, tomó la mano que su novia tenía sobre su hombro y la colocó en su mejilla.

- Siento que me terminará matando en cualquier momento... incluso justo ahora puedo sentir su mirada sobre mi.

- Estas imaginando cosas, además papi no haría eso. Primero muerto hasta de causarme algún dolor, sólo es algo celoso. - Decía a acariciando la mejilla de su chico.

- ¿Algo? ¡Me amenazó con una pistola! - chillo, la pelinegra sólo se limitó a reír.

- Ya luego te tomará cariño...a su manera claro, papá es más es suelto así que puedes estar tranquilo.

Dejo un pequeño beso en su nariz, eso hizo que el pelinegro dejará un poco sus nervios. Parecía que en cualquier momento tendría un ataque cardíaco.

mientras tanto desde la cocina dos pares de ojos los observaban muy fijamente, sobre todo kisaki.

- Voy a matarlo. - Decía el de lentes mientras apretaba el cuchillo en su mano.

- ¡Kisaki no!  - Hanma lo sujeto de ambos brazos para tratar de quitarle el cuchillo de las manos y así evitar una masacre.

" Ese día kai pudo decir que vio toda su vida pasar frente a sus ojos en sólo unos segundos "
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