A lo largo de los años Kaoru y Kojiro habían desarrollado algún tipo de rutina y contacta a la hora de tener relaciones, era muy particular, tenían días de hacer el amor y otros de tener sexo, sin embargo el amor estaba de por medio siempre. ¿Con conductas a que me refiero? pues Joe suele tomar una actitud diferente sobre Cherry cuando se trata jugar...
— K-Kojiro, por favor, ya lo quiero dentro —
BDSM: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión.
¿Quién diría que a puerta cerradas, esta pareja que de lejos y por encima parecían ser un ejemplo para esos cinco muchos que conviven, era fan y practicante del BDSM?
Todo empezó de manera espontánea, cuando a Kaoru se le ocurrió esperar a Kojiro con collar al rededor del cuello y totalmente desnudo a que llegara a casa, eso despertó un sentimiento que el peliverde no reconoció y negó al principio, era el deseo de dominar por completo a Kaoru, hacerlo llorar y que ruegue por su pene, que ruegue por él, eso nos lleva a la situación actual.
El pelirosa jadeante sobre la cama, tenía puesto un arnés que tenía aros de tela en la parte de atrás, dentro de ellos estaban sus brazos, casi fusionándose con la piel de su costado, mentiría si dijera que no duele, sin embargo era jodidamente placentero, su cabello estaba suelto y despeinado por las sábanas, su trasero estaba levantado, tenía orden de tenerlo así, mientras la fusta recorría la su columna, le causaba escalofríos.
Kojiro seguía con su ropa de trabajo, no tuvo ni tiempo de cambiarse pero que más daba, la camisa que vestía tenía los primeros botones desabotonados, le daba un aura demasiado sexy.
A veces Cherry odiaba el autocontrol de su pareja, no lo tocaba, cuando no cumplía sus ordenes.
— tienes suerte que me hayas calentado a la hora de venir porque sino no, no te daría nada —
Su mirada dorada brilló cuando escuchó el cierre de los pantalones del más alto, sabía que no lo iba a preparar en lo más mínimo, su pulso se aceleró de emoción cuando sus nalgas fueron separadas, pero lo que sintió fue un vibrador en forma de bala siendo introducido, gimió por la vibración pero no tuvo momento de reponerse cuando lo que tanto esperaba, de manera tosca Kojiro entró y se movió, daba estocadas rápidas y precisas.
— m-más fuerte K-Kojiro ¡mhg! —
Las caderas del nombrado se movieron aún más rápido si era posible, su pelvis chocaba con ese lechoso y redondo trasero, joder, quería venirse dentro, que su semen saliera de ese apretado agujero, de solo pensarlo se ponía más duro profanando con más fuerza la magullada próstata del pelirosa, que no hacía más que gemir con la lengua afuera, su saliva caía en pequeños chorros a las sábanas y el arnés que tenía en la espalda jalado por Kojiro hacía su espalda arquearse.
— ¡Mhg! — gimió fuerte cuando sintió su trasero ser golpeado, por la mierda, amaba tener sexo con Kojiro, se sentía cerca, quería correrse.
— ¡Kojir-mm! —
Los labios del peliverde callaron su grito con un beso, el cuerpo del chico pálido temblaba por los espasmos recorriendo su cuerpo, cuando su pareja lo soltó se desplomó sobré la cama, intentando regular su respiración, como era rutina, el moreno se encargó de limpiar y ordenar la habitación, besó la cien de su ya dormido chico, lo tomó en brazos y le dio una ducha y antes de recostarlo cambió las sábanas y las colchas por unas que no tengan olor a sexo, se bañó el también y se metió a la cama, siendo automáticamente abrazado por Cherry, que se acomodó en su pecho, acarició un momento sus cabellos para luego caer en el mundo de los sueños.
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Temas del día de ayeer, waa espero que les haya gustado y se que esto termina mañana pero creo que se alargará hasta el domingo, bye~
