CASTIDAD

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Habla Wilhelm.

La camioneta se estacionó cerca de la entrada principal del aeropuerto y mis manos están sudando se que tengo que bajar pero tengo miedo, simplemente estoy muy muy emocionado al igual que Nick pero lo noto un poco incómodo.

- Bueno, supongo que tenemos que bajar.

- Si. Dijo después de una respiración larga.

- No entiendo Nick se supone que estabas esperando este día ¿Qué ocurre?.

- Nada solo estoy tenso Wil creo que no se que le diré además de que lo extrañe.

- Eso puede ser un gran comienzo yo le diré lo mismo a Simón lo extrañe mucho y logré que viniera hasta acá.

- Bueno, Charlie ya debe estar con el en la puerta de vuelos internacionales y creo que ambos estamos listos

- Okey es momento, no podemos aplazar más esto.

Nick y yo bajamos a gran velocidad para comenzar a adentrarnos por los pasillos blancos con gran movimiento, para ser sincero mi corazón está latiendo muy rápido, siento que me voy a desmayar entre más cerca estamos del lugar de encuentro puedo ver una piel morena y cabello rizado, así que mis pies se detuvieron.

Nick continuo con su paso pero rápidamente esos pasos se volvieron zancadas que se abalanzaron sobre un chico de aspecto delgado, Charlie.

- ¡Hola!. Dijo Charlie dejando ver la sonrisa más tierna del mundo.

- ¡Hola!. Dijo Nick intentando ocultar sus ganas de gritar y cargarlo por todo el lugar.

Cuando mi cabeza volvió a donde estaba ambos se dedicaron a besarse y decir frases en diminutivo "chiquito". La verdad me dió un poco de risa, normalmente Nick me trata como si fuera un saco de boxeo al cual abraza de forma extraña y me hace dudar sobre el contexto de nuestra amistad pero realmente estoy feliz por el.

Un pequeño golpecito en mi hombro me regresa a la realidad haciendo que olvide por completo a Nick y Charlie.

- Mi príncipe azul, vine para salvarte.

La mirada penetrante de Simón hace que me quedé pasmado y no sepa que decir así que a falta de palabras simplemente tomo sus manos y lo beso frente a todas las personas presentes en el aeropuerto, de alguna manera Nick me ayudó a estar listo para este momento, no debería pensar en Nick mientras beso a Simón.

Los labios de Simón tienen un leve sabor a manzanas verdes que desearía poder parar el tiempo para encapsular este momento en la eternidad, mi cuerpo está vibrando, mis piernas no dejan de tiritar.

- Mi caballero. Dije después de alejarme de tan esperado beso que no puedo sacar de mi cabeza, Simón tienes un sabor que simplemente me recuerda a mi hogar.

- ¡Nunca pensé que me besarias en público!.

- Y yo nunca pensé que me volvería loco por ti, pero aquí estamos para ser justo creo que soy el hombre más afortunado.

- ¿Qué tal si te callas y me besas?.

Nuestros labios volvieron a estar juntos esta vez con más fuerza.

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