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Liz se sentía especialmente nerviosa, y no tenía idea si era porque iba al cine con Rei o porque tenía que aguantar la mirada de Gaeul sobre ella por haber traído a su hermana para darle "celos" a Naoi.

— Iré a comprar las palomitas de maíz, si quieren pueden entrar ya. — Anunció Chaehyun. El grupo caminó a la sala correspondiente y cada una se sentó en el asiento asignado por su entrada.

— Oh, Liz Unnie. — Rei sonrió cuando la notó sentarse junto a ella. — Pensé que estarías con Leeseo.

— Se quiso sentar con su hermana, dijo que para estas películas le gustaba comentarlas con ella. — Apretó sus labios y se dirigió a la Japonesa. — Quieres una botella de agua? Compré dos.

La contraria aceptó, lo que provocó una sonrisa en Jiwon. Le extendió la botella y esta fue agarrada por la chica.

Algo que nadie se dió cuenta, ni la misma Chaehyun, fue que mientras estaban en una mesa esperando la hora de la película, Liz intercambió su ticket con el de la peli rosa, tomando el que tenía un asiento a un lado de Rei. Un movimiento astuto, pero como diría Gaeul, tonto.

La película parecía interesante, las dos prestaban atención a esta, como los actores realizaban sus escenas y desarrollaban la película. Liz a veces no podía evitar mirar a Rei, como esta abría sus ojitos y se emocionaba en diferentes escenas.

¿Porqué se sentía tan distinta cerca de Rei? Su corazón no dejaba de dar vueltas en su pecho, sus palabras salían tontas y aunque quisiera comportarse "cool" frente a ella, terminaba sonando muy patética. No quería sentirse así, pero lo estaba haciendo, y no podía dejar de pensar en la otra.

— Unnie, pasó algo? — Susurró la menor, después de que haya visto a la rubia mirar fijamente al piso por unos largos minutos.

Liz balbuceó y respondió.

— Estoy bien, voy al baño. — Soltó un suspiro y se levantó, bajando las escaleras en dirección al baño.

Naoi no se sentía totalmente satisfecha con su respuesta, así que tomó su bolso y se dirigió al lugar donde recientemente había ingresado su mayor.

— Liz? — Preguntó, ya dentro, cuando caminó unos pasos más, vió a la chica lavándose la cara con desespero, pero cuando escuchó su voz, dejó de hacerlo y trató de limpiarse con su suéter.

— Deberías volver a ver la película, te veías muy entusiasmada viéndola. — Se secó con unas toallas de papel y cuando por fin corroboró que su cara se encontraba decente, encaró a la pelinegra.

— Prefiero saber que le pasó, estaba muy fuera de este mundo, en qué pensaba? — Ladeó su cabeza tratando de buscar la respuesta en el rostro de la contraria, como si eso fuera posible.

— No creo que sea importante Rei, no deberías preocuparte por mi.

— Si es importante, para mí lo es. — Se acercó a Liz y esta, asustada, retrocedió, buscando con desespero el borde del lavamanos. — Quiero que esté bien Unnie.

— Estoy bien, lo juro. — Tragó. — Volvamos. — Naoi se quedó mirándola, buscando algo.

— Porqué no miras mis ojos? Hice algo? — Cuestionó y esta vez, a Liz si le temblaron las manos.

— No, no hiciste nada. — Titubeó.

— Míreme.

Liz no sabía que estaba pasando exactamente ahora, solo sabía que la poca distancia la estaba matando, se sentía tan nerviosa, sentía como perdía las fuerzas en sus brazos y piernas, y volvía a ser la boba chica que caía por Rei. Acatando la orden de la menor, la miró, pero sus ojos bajaron a sus labios, estaban entreabiertos, cubiertos por un suave labial rosa, tan lindos. Apretó sus manos tratando de evitar seguir observando aquellos belfos, pero no se pudo contener cuando la otra chica se acercó más.

Puso su mano derecha en la mejilla de la contraria y la acercó, Rei sabía lo que pasaba, no por algo se había acercado tanto a la rubia. Puede que haya subestimado la reacción de la otra, pero no le disgustaba el hecho de que haya tomado la iniciativa.

Liz juntó sus labios con los ajenos, los cuales al instante se fueron moviendo, lento y temerosos. Jiwon sentía como todo su interior temblaba y sus manos se debilitaban, mientras Rei llevaba sus brazos a los costados de su cabeza.

La japonesa profundizó el beso, sorprendiendo de sobre manera a Liz, la cual solo se dedicó a seguirlo hasta que escuchó unos pasos aproximándose al baño.

Se separaron, respirando pesadamente, Rei llevó los mechones de su cabello atrás de sus orejas y se miró al espejo, disimulando mientras esperaba que la persona que recién entró, se dirigiera a algún cubículo.

Jiwon todavía no procesaba del todo lo sucedido, solo miró con su boca media abierta a la pelinegra y tocó sus labios con delicadeza.

— Lo siento si te molestó, Unnie. — Dijo en voz baja Rei. — Si quieres podemos olvidar que pasó y ninguna de nuestras amigas se entera...

— No, eh.. — Juntó sus labios y los relamió, buscando las mejores palabras para expresar lo que quería comunicar. — No me molestó, no esperaba que sucediera, lo siento.

— No hay problema. — Naoi se sentía algo desilusionada, comprendió que, aunque a Liz le pudiera haber gustado el beso, no le gustaba la persona quien se lo dió. — Iré entonces, a la película.

Liz sintió como su corazón latía contra su pecho, como sus manos cosquilleaban y sus labios todavía no se acostumbraban al vacío sin los rosados labios de Rei.

maths book- lizreiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora