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La nota.

La nota había cambiado mucho la simple vida de Rei. Ella lo consideraba un "remolino". Después que este pasa, nada vuelve a ser igual, desordena unas cosas, destruye otras.

Cuando fue al salón de Liz para preguntarle si podía ayudarla en su misión, nunca pensó que iba a encontrar un nuevo grupo de amigas y que además, desarrollara un amor por la cocina, igual que su amiga Chaehyun.

La nota todavía estaba pegada con cinta adhesiva en la pared frente a su escritorio. Le gustaría mucho poder saber quien fue el autor o autora de esa nota, poder decirle gracias por gustarle. Pero todo se fue al caño desde que besó a Liz.

Leeseo le decía que era algo tonto que sintiera estar defraudando a la persona de la nota por haber besado a su Unnie.

¿Cómo quieren que se sienta? Rei no es una mala persona ni una persona sin corazón, sabía cómo se sentía un rechazo y lo mucho que dolía, no quería hacerle lo mismo a la persona de la nota.

— Ni una señal de vida ha dado, ¿que pretendes? — Leeseo atacó de nuevo los pensamientos de Rei con sus "sabias" palabras.

— No lo entiendes, es que, todavía creo que tiene posibilidades de mandarme otra. — Rei era demasiado amable para este mundo.

— Si esta semana no te deja nada, ni en el locker, ni en tu silla, date por vencida y quédate con Liz. — Concluyó.

— No sé si Liz Unnie quiera verme de nuevo. — Dijo. — Cuando la besé se veía rara, como si no le hubiera gustado que yo la besara. — Enfatizó en la palabra "yo", apuntándose.

— Capaz la sorpresa, ¿Cómo vas a saber si le gustó o no si no le preguntas?

— Me da vergüenza. — Confesó.

— Entonces cómo te vas a quedar con Liz si no le hablas?! — Exclamó. — Le voy a hablar y le voy a decir "Rei quiere besarte de nuevo y de nuevo y de nuevo, dale una oportunidad y dile que te gustó su beso"

— Leeseo! — Gritó. — Que ni se te ocurra. — La otra chica solo se alzó de hombros y dejaron hasta allí el tema.



— No puedo con esto. — Reclamó contra la almohada de Gaeul.

— Viniste a mi casa solo para llorar contra mi almohada y exclamar que tu vida es miserable? — Preguntó Gaeul.

— Si.

— Deberías hablar con ella y decirle que no le pudiste decir nada porque estabas muy sorprendida. — Aconsejó.

— Ella debe pensar que la odio y seguro me odia ahora. — Golpeó su cabeza contra la almohada varias veces.

— Pero a ver, quién dió el beso primero? — Preguntó mientras le quitaba la almohada a Liz.

— Yo.

— La cagaste. — Y con eso, Liz le arrebató la almohada y lloriqueó en ella. — Digo, ahm, pero ella lo siguió?

— Lo profundizó, luego yo le seguí pero escuché unos pasos y me separé. — Relató.

— Tal vez pensó que no te gustó, y por eso estuviste rara después. No sabe lo gallina que eres. — Soltó unas risitas y Liz le golpeó con otra almohada mientras se daba vuelta y quedaba boca arriba en la cama.

— Que debería hacer?.

— Decirle que no te lo esperabas y por eso estuviste rara, pero que agradecías su beso. — Lo último lo dijo con duda, no se le ocurría ninguna otra excusa.

— Quien le agradece a alguien por un beso? — Liz frunce el ceño. — Solo le diré que estaba sorprendida, es todo.

— Suerte.



Caminaba por los pasillos mirando a todos lados, tenía miedo de encontrarse a Rei. No se sentía lista, pero debía hacerlo.

Cuando llegó a su locker, lo abrió y sacó lo que necesitaba, pero al fondo de este, notó un cuadernillo de notas viejo. Lo tomó en sus manos y lo guardó en su mochila, tal vez lo necesitaría.

— Liz. — La mencionada saltó en su lugar y se dió media vuelta, encarando a Leeseo, quien tenía el ceño fruncido y con sus brazos agarraba sus libros.

— Hyunseo. — Tragó duro, sabía que algo tenía que ver con Rei, ya que era su mejor amiga.

— Sé lo que pasó y necesito que me aclares que fue lo que de verdad pasó contigo.

— Eh? Porqué debería decirte eso? — Jiwon dijo. — Lo que pase por mi mente no te debería interesar. — Le sacó la lengua y cerró su locker. De parte de la menor, recibió un pellizco en su brazo.

— Rei está triste.

— Enserio? Donde está? — Preguntó preocupada, Leeseo sonrió.

— En su salón.

Y Liz caminó segura hacía el salón de la chica, esperando verla ahí y explicarle lo que había pasado entre ellas el día del cine.

maths book- lizreiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora