Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Momo diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansador. A veces Momo y Jeongyeon pensaban que no podían más, pero luego veían a sus hijos reírse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.
Para el año siguiente que Mark y Sana llegaron, ellas decidieron retomar sus estudios. Jeongyeon eligió mercadotecnia, porque le ayudaría a tener un buen puesto en la empresa de su tío -donde actualmente trabaja-, y también le gustaba. Momo decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. Momo trabaja como cajera en una estética, una de las mejores en Seúl, así que la paga era buena.
Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Momo está sentada en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Sana y Mark. El niño solo tiene sus calzones puestos y Sana un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Jeongyeon estaba en el patio trasero haciendo algo que Momo desconocía.
-Mami -Mark habla desde el suelo, limpiándose con su blusa que está tirada a su lado. -Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?
-Mmmh, si, lo hacen -La omega frunce su ceño. -¿Por?
-Es que... quiero que me pinten el mío.
-¿Por qué, corazón? -la pelinegra abre sus brazos y su hijo corre a ellos. -Tu tienes un cabello muy bonito. -Él cabello de mark con él tiempo se había puesto rubio.
Jeongyeon y Momo se sorprendieron y se cuestionaron si eso era normal.
-Pero quiero tenerlo como el tuyo, ni mamá ni Sana lo tienen así, tampoco yo.
-Tampoco nadie tiene los ojos como Sana, ¿o si?
-No, creo que no -el menor niega. -¿Eso qué tiene que ver?
-Significa que cada persona es especial, amor.
-¿Eso es bueno? -Su nariz de botón se arruga.
-Mucho más que bueno -le besa la cabeza.
-¡Sana, Mark! -la Castaña grita desde afuera.
Los dos niños atienden al llamado de su madre, corriendo con sonrisas en sus rostros.
-¡Una piscina! -Mark abre la boca y Sana chilla.
-¡Sii! - la más pequeña aplaude con sus pegajosas manos.
-¿De dónde la sacaste? -dice la omega
-La robé -la alfa comenzó a reírse, viendo la cara de sus hijos.
Es una piscina inflable y pequeña, solo para que ellos dos jugasen ahí. Momo sale, sonriendo de ver a sus pequeños felices.
-Mira, mami. Mamá nos consiguió una piscina -Mark dice, entrando.
-¡Y la robó! -Ahora Sana entra.
-¿Ah, si? -la omega alza una ceja hacia la alfa. -¿Para mi no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?
-Poco a poco. -dice Jeongyeon y Momo se acerca a la mayor, besando su mandíbula.
Es verano y están de vacaciones en la universidad, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua sería esto y los niños parecían felices.
-¿Qué haremos para el cumpleaños de Sana? -la omega se abraza a la alfa, enrollando sus brazos a su torso.
-Podemos decirle a Nayeon que traiga a los gemelos y ya. -Momo asiente.
-Mark me preguntó si podía pintarse el cabello.
-¿Para qué?, tiene 4 años.
-Dijo que porque nadie lo tenía rubio.
-¿Qué le dijiste? -dijo Jeongyeon besando la cabeza de Momo, mirando a los niños salpicarse el agua y reírse.
-Que tampoco Sana tenía los ojos como los demás y que eso hacía a cada persona especial -dice Momo separandose de Jeongyeon, mirándola a los ojos. -¿Algún día le diremos la verdad?
-Ya veremos, Cariño -dice Jeongyeon besando sus labios y pronto escucha la risa de Sana y Mark, burlándose de ellas.
Jeongyeon los moja con la manguera, haciendo que griten por el agua helada.
-¡Mami, ayúdanos! -la niña grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.
-¡Jeongyeon, deja a mis bebés en paz! -grito Momo y la Castaña también la moja.
-¡Perdiste también! -Mark grita, riéndose junto a Sana.
-¿Has sabido algo de Chaeyuong y Sowon? -la omega le pregunta a la más alta, secando el cabello de su hijo, después de haberlo bañado junto a Sana.
-Creo que se fueron de vacaciones -ella está ayudando a su hija a ponerse la pijama.
-¿Nosotros vamos de vacaciones? -dice el menor se pone solo su bata.
-No creo, amor. Mamá y yo tenemos trabajo -la pelinegra la arropa con la sábana hasta la barbilla, por último, besa su frente.
-¡Buenas noches, bebés! -la castaña dice desde la puerta, apagando las luces.
-Buenas noches, mamás -contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.
La omega comienza a caminar a su habitación, cuando la alfa la toma por la cintura y la carga.
-Es hora de que los mamis -se burla la alfa -se diviertan ahora. -Jeongyeon besa los labios de Momo rudamente, haciéndola jadear de sorpresa.
La pelinegra pone sus brazos en el cuello de la alfa.
-Diviértete solita.
-No seas pesada -se aleja, con el ceño fruncido.
-Oh, tú no seas pesada -se rie, trayéndola de vuelta sobre ella. -Ven aquí, y ámame, cariño.
-Ya lo hago amor -Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.
-Mi alfa -la omega jadea, siendo desvestida del torso.
-Mi omega -la pelinaranja dice, mordisqueando la marca de la castaña.
Fin
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Ven aquí y amame//~JeongMo
Fanfiction🍒A sus diecinueve años, Momo debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos (o largos) diecinuev...