¿Alguna vez cambiaría esa rutina llena de polvo, asesinatos y desesperación? Llena de soledad, desgracias, enemigos y problemas.
Tal vez un descanso podría servirle a Murder, aunque fuera en contra de su voluntad.
Más si es Swap el que lo obliga a a...
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No pasó mucho tiempo después de destruir su teléfono, estaba cansado, mirando a su alrededor, perdiendo sangre y sintiendo como su alma lentamente latía de una forma irregular, probablemente así se sentiría en una ruta genocida.
Segundos después, recibió un ataque de un hueso en su brazo izquierdo, soltó un grito, y su esqueleto tembló con solo escuchar pisadas, no pudo moverse de escondite antes de ver esas pantuflas frente suyo, sujetando su brazo con fuerza, su pierna ya no parecía doler tanto en comparación con su otra extremidad.
Swap miraba al culpable, Murder, con un coraje que no había sentido en años, así de extraña era su dinámica, uno hacía chistes, el otro se burlaba y atacaba, después intentaba ayudarlo a tener una mejor vida, y recibía una apuñalada en su espalda, de esa forma, el ciclo se repetía cada que los Bad-Guys y los Star Sanses peleaban, en resumidas cuentas, cada día de su vida.
Swap mostraba una sonrisa, mientras que la sangre de su brazo empezaba a salir, se movió lentamente, buscando algún otro escondite con la mirada, pero no podía concentrarse gracias a las escalofriantes risas de su alrededor. Murder estaba a la distancia, observándolo, parecía estar jugando con su presa, caminando sin ganas buscando algo importante, sin molestarse en terminar la vida de Swap y dejándolo sufrir por un rato más, hasta que detuvo su caminar al ver un teléfono, ya destrozado. El enojo pudo mostrarse en el rostro del contrario, y el miedo podía verse en las pupilas de Swap.
Oh por favor, ya se había muerto una vez en el X-Event, no quería morirse por una apuñalada en su pecho nuevamente.
En cuestión de segundos, cientos de huesos fueron lanzados a su alma, tenía que sobrevivir de alguna forma, no podía irse sin demostrar lo que él siempre había dicho.
Que todos pueden cambiar, y así vivir para los demás.
Swap rápidamente invocó una barrera de huesos, unos cuantos pudieron pasar de largo esta defensa, cortando la corteza de unos cuantos árboles, mientras se arrastraba con dolor a otro lugar cerca del área.
Ya había mandado su ubicación al grupo.
Ya no había vuelta atrás.
Este se levantó del suelo, no iba a perder contra un asesino, no nuevamente, vió a Murder a unos metros de él, parecía algo molesto, pero esa no era la palabra correcta.
Podía sentir el odio en su mirada, sus pecados pasando por su columna, el como sus huesos temblaban por esas pupilas.
¡Se veía furioso!
— Murder Sans.
— Swap.
— ¿Qué ganas con hacer esto? Puedes cambiar, no matar gente, ¿no creés qué tu hermano lo hubiera querido así?
— Bueno, no lo creo, lo estoy viendo y no parece muy enojado.
— Maldita esquizofrenia.
Murder enfadado, tiró su cigarrillo al suelo, apagando este mismo vagamente, Swap dio unos pasos hacia atrás, apoyándose en un hueso que el había invocado, aún asustado por cada acción que pudiera hacer el otro, la última vez que se confió, perdió una costilla y parte de su vista.
