ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3

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Capítulo 3

Negociación

"El humano que utilice esta libreta, no entrar ni al cielo ni al infierno"- Death Note

Hace un año, un shinigami había tirado una libreta de la muerte al mundo humano, aunque en ese momento nadie la tomó, resignado regresó por ella

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Hace un año, un shinigami había tirado una libreta de la muerte al mundo humano, aunque en ese momento nadie la tomó, resignado regresó por ella. Pero no fue la última vez que lo hizo.

Exactamente 8 meses después, la libreta cayó de nuevo, pero esta vez no fue ignorada. Un joven de 17 años había dado con ella cerca de su casa, de camino a la escuela. Al principio solo la tomó para regresarla a su dueño, pero examinándola descubrió sus habilidades paranormales.

Esa tarde, de regreso a casa, la puso a prueba, y su resultado le fascinó.

Empezó con criminales que nadie extrañaría y según sus pensamientos, estaba bien. Su creciente sed de sangre estaba siendo complacida.

Hasta aquella transmisión. La había jodido. En grande.

Ya no solo había dejado expuesta su competitividad ante su nuevo enemigo, si no que había revelado la ciudad donde se encontraba, tenía que ser cauteloso.

Takeshi Ohba era su nombre, era uno de los alumnos más destacados de su curso, trataba de pasar desapercibido siendo una sombra. Cosa imposible por su apariencia llamativa, su pelo era naturalmente gris oscuro y destacaba con su apariencia física.

Sus compañeros de curso trataban de integrarlo en sus grupos, pero la apatia de Takeshi lograba ahuyentarlos temporalmente.

Por el momento, el único al que podría considerar como amigo era a su propio Shinigami, Ryuk.

Quién ahora mismo, estaba siendo ignorado, a pesar de sus súplicas por más manzanas.

Hace un par de días el shinigami había logrado avistar cámaras por toda la habitación, haciendo que el peli gris se pusiera en alerta, cuidando todos sus movimientos, tratando de lucir lo más inocente posible. La libreta, la cuál ocultaba en su mochila, tenía escritos criminales para dentro de una semana, así que no tendría que preocuparse tanto por mantener su fachada, el problema era lo incómodo que le resultaba la situación.

Así que resignado salió de su habitación y se dirigió al exterior, con un shinigami contorsionado y su mochila al hombro.

En la puerta de su casa, logró divisar a su vecino Light, que justo salía de su propia casa. Él y Light casi no hablaban, pero reconocían la inteligencia del otro, Takeshi pensaba que si Light fuese más abierto, habrían sido buenos amigos.

Pasando a su lado, no pudo evitar notar lo silencioso que Ryuk se puso, sin saberlo, éste miraba a Light con una mirada nostálgica, recordando una vida que ya no existirá.

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En algún lugar de Kanto, Japón

L se encontraba mirando fijamente las 8 pantallas frente suyo, en la mayoría de ellas, se reflejaban habitaciones vacías pertenecientes a dos familias distintas.

Hace unas semanas, el detective decidió que para continuar con su búsqueda, debía de presentarse ante sus subordinados (o compañeros, aunque nos los veía de esa forma).

Después de unos días, L llegó a la conclusión de algo bastante claro: Kira era un estudiante. Aparte, Kira podía obtener información de la base de datos de la policía, por lo que también formaba parte la familia de algún detective en el caso.

El detective de grandes ojeras mandó agentes del FBI a investigar a los integrantes de varias familias.

Sin embargo, se enfocó en dos en específico:La familia del Jefe Yagami, y la familia del Comisario Ohba.

El agente Penber se encargó de investigarlos y seguirlos durante ese tiempo, y los hijos de los oficiales coincidían con el perfil de Kira.

Llevando un dedo a su boca, se quedó inspeccionando el cuarto del hijo mayor del Jefe Yagami, veía las pinturas que colgaban de las paredes con curiosidad. La vibra que emanaba era tétrica y sin embargo, familiar.

Desvió su atención a otra pantalla, tenía que centrarse en el caso.

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Kanto, Japón

Había regresado de un exhausto día de exámenes, realmente esa doble vida que llevaba como estudiante y Kira lo tenía agotado, sin embargo, no se arrepentía de ello.

Cuando está por fin descansando en su cama, extendido como estrella de mar, la voz del Shinigami lo saca de su sueño.

—No iba a decirte esto, Takeshi, pero...— el silencio que hizo le dio mala espina al nombrado, quien solo pudo fingir tranquilidad —Desde hace unos días te ha estado siguiendo un tipo y realmente ya empieza a molestar— Cuando termina la frase, lo único que el otro puede pensar es:

《Oh, mierda》

¡ʏᴏ ɴᴏ ꜱᴏʏ ᴋɪʀᴀ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora