Las ofertas son tentadoras, estás, si nos tienen como un beneficiario llevarán a que las mayores traiciones tengan pie. Eso Yuna podía confirmarlo, y vaya que podía hacerlo.
La chica jugaba con su tenedor, sólo podía observar el trozo de pastel delante de ella, una tarta de fresa, su postre favorito. Yuna ha de ser honesta, jamás se imaginó en esta situación, cuando se volvió parte de las tretas de la mafia tenía en claro que siempre mostraría lealtad, un valor que su madre le inculcó con tanta fuerza, por eso ahora estaba en una encrucijada.
"Ese mismo día, mientras volvía de hacer un par de compras junto a su madre, pudo detectar rápidamente sobre el hecho de que la estaban siguiendo, aunque las chicas crean que no es así, Yuna sabe muchas cosas, sabe sobrevivir y claramente eso es lo más importante.
Sin esperar subió a su madre en un taxi, beso su mejilla para seguir con una falsa sonrisa en el rostro y decirle que había tenido un día genial. La mayor creyó sus palabras y únicamente se despidió pidiéndole que tuviera mucho cuidado.
Avanzó a paso cauteloso por el resto de las aceras, había estacionado su auto un poco lejos, no deseaba que su madre la observará, la mayor iniciaría con sus preguntas y sería complicado contenerla, por ende, era mejor así. Cuando se aproximaba fue tomada de su brazo, la arrojaron dentro de una camioneta, fue estúpidamente rápido, en un abrir y cerrar de ojos se encontraba siendo rodeada por cañones de pistola.
Claramente, estaba confundida, pocas veces, por no decir nunca, ella se veía involucrada en las situaciones en torno a las estupideces que Hyunjin las manda a realizar, ella siempre era similar a la estúpida pasante que nada más lleva café y les seca el sudor a sus superiores, lo más irónico es que ella había hecho eso claramente, había secado el sudor de Ryujin mientras le servía un café a Yeji. Esa noche se sintió tan humillada, no sabía si era un tipo de iniciación, pero le desagrada en demasía.
—¿Qué mierda?—. Musitó la chica aun aturdida por la rareza de la situación, siquiera Hyunjin la reconocía como miembro de Igualities, no jodan, aún era el maniquí viviente de Sunmi, así que si pensaban que pagarían rescate por ella, estaba tan equivocados.
Sus captores vestían pasamontañas, además de botas muy pesadas, no podía definir si eran mujeres u hombres, solo sabía que eran peligrosos.
—Vocabulario pequeña Ridere—. Exigió uno de sus secuestradores, o más bien, era una, no uno. Una mujer de voz gruesa. Yuna bufó
—Sé que te cuestionas porque estás aquí—. Comenzó otra voz a su lado, era otra chica, ¿Acaso todos en esa van eran damiselas? Vaya, festín de papayas.
—Claramente lo hago—. Respondió con ironía, la enmascarada asintió
—Mira chiquita—. Se acercó a su altura, colocó el cañón del arma en su mentón en una clara amenaza, Yuna no era estúpida, si hacía un movimiento le volarían la cabeza entre cuatro a pesar de ella no estar atada —Sé perfectamente quién eres, cómo te sientes, sé que estás muy frustrada de igual forma, tus líderes no te toman en serio, te cuestionas a diario si ingresar con ellas fue buena decisión, pero regresas a la misma respuesta—. Le dijo, Yuna alzó una ceja —Haces todo por lealtad—. Le susurró, a Yuna se le erizaron los vellos de los brazos
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❝Mafias del Entretenimiento❞ ⍆ˢᵗʳᵃʸ ᵏⁱᵈˢ⍅
Fanfiction--Todos los ciudadanos coreanos, se les recomienda no salir de noche por los recientes asesinato que azotan a nuestro país, cuídense entre ustedes no sabemos quien puede ser el responsable-- Se escucho provenir del televisor en aquella gran sala gen...