--Todos los ciudadanos coreanos, se les recomienda no salir de noche por los recientes asesinato que azotan a nuestro país, cuídense entre ustedes no sabemos quien puede ser el responsable-- Se escucho provenir del televisor en aquella gran sala gen...
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Por el pasillo se podía observar al rubio avanzar con un andar algo extraño, era gracioso a la vista del resto. Mientras avanzaba, o trataba, Hyunjin ingresó en el comedor, donde sabía encontraría a una buena porción de sus miembros, tal como predijo, el grupo de Yeji se encontraba ahí junto a Sunmi.
—Pero miren nada más, ha salido de su nido de amor—. Se burló Sunmi mientras lo apuntaba con la espátula, Hyunjin bufó recostándose sobre la barra americana.
—Yyyy, ¿Qué cuentas? ¿Qué tal te la ha metido?—. Siguió Yeji aquellas burlas, Hyunjin únicamente le saco el dedo del medio
—Por eso venía, en una hora se olvidan que existo, porque no han dejado que me la metan en paz—. Dijo con voz irritada, Ryujin dejo salir una carcajada mientras daba un aplauso
—Me jodes, sabes que te van a buscar porque eres indispensable—. Le recordó Ryujin, Yeji la señalo en apoyo
—Bueno, pues ven cómo se las arreglan, porque me joden una corrida más y les juro que les corto las tetas, ¿Entendido?—. Preguntó con voz cansina, Sunmi soltó una risa mientras asentía
—Ya vete a seguir follando, yo me encargaré de que no te jodan durante una hora y lo que soporte luego—. Le aseguro la mujer con una sonrisa, Hyunjin sonrió de igual forma, por fin
Con eso y un asentimiento más se retiró de ahí dispuesto a que le den como cajón que no cierra durante un buen rato.
Mientras avanzaba por los pasillos podía notar los miles de cuadros que estaban por las paredes, algunos los hizo él, otros Wheein, otros Sunmi (casi todos) y otro par Yeji, todos unos artistas. Colocó las manos dentro de los bolsillos de sus jeans y se hizo la nota mental de que debía llamar a White Wolf, además, de que debía traer a la hija de Félix a su hogar, o en todo caso, conseguirle otro hogar a Félix donde pueda vivir con la niña.
De pensar que Félix tenía una hija, sentía un piquete de celos, claro, no eran nada, pero eso significaba que el mayor ya había vivido y él, por su parte, apenas había comenzado una vida de desenfreno a los 18 años.
Aunque, si es franco, no le molestaba en absoluto que su mayor tuviera una hija, de hecho, quería conocerla, Hyunjin amaba a los niños como no tienen idea.
Cuando estuvo delante de la puerta de la habitación de Félix se quedó un rato fuera de la puerta, únicamente escuchando, rápidamente pudo identificar la voz de Félix cantando algo, era muy linda, solo que algo grave. Al principio no logró definir que cantaba, ya que la puerta lo impedía, pero cuando lo consiguió se le partió el corazón.
Félix estaba cantando una canción de cuna, posiblemente una que le solía cantar a su hija, Hyunjin se sintió como un monstruo, había alejado a padre e hija durante demasiado tiempo, quien sabe a qué estaban acostumbrados, pero aun así no se le hacía lindo.
Se quedó un rato más fuera de la habitación únicamente escuchando
<<Esta niña tiene sueño, tiene ganas de dormir, tiene un ojito cerrado, y otro no lo puede abrir.
