•|2|•

2.2K 144 210
                                    

❜ ⌗ . . . . Mafioso . . . . ⌗ ❜

¿Cómo terminó así? ¿Quien coño lo mando a ser un curioso de mierda? ¿Estaba por morir?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Cómo terminó así? ¿Quien coño lo mando a ser un curioso de mierda? ¿Estaba por morir?

Esas y más preguntas rondaban su miedosa mente que buscaba desesperadamente una salida de esa elegante sala.

Cuando oyó voces acercarse a su posición no tuvo mejor idea que esconderse detrás del sofá que estaba a un lado de la habitación.

Su cuerpo se heló al sentir la puerta siendo abierta, dando paso a quien sabe quien.

[...]

Los dos hombres trajeados se miraron entre sí y alzaron una ceja ante el comportamiento del intruso que hizo presencia en su mansión.

V.- ¿Sabe que hay cámaras en todas las habitaciones, no?-. Interrogó al aire

J.- Capullo, sabemos que estas detrás del sofá, sal ahora mismo o te meto cinco tiros-. Pronunció fastidiado.

No lo decía enserió, o quizás si, hoy estaba con los cojones católicos y no le apetecía del todo manchar ese terciopelo con la sucia sangre de un idiota.

Un, ¿adolescente?, rubio y tembloroso salió de su escondite visiblemente aterrado y con los ojos cerrados a más no poder.

G.- ¡Les juro que no vi nada! ¡Por favor no me maten!-. Suplico entre gritos.

Jack soltó una risa nasal y Viktor simplemente se quedó analizando al joven.

V.- Si dices que no viste nada... ¿Por qué asumes que te podemos matar?-. Interrogó y al ver que la preocupación en el contrario aumentaba le causó cierta gracia.

J.- ¿Mocoso sabes que de aquí no sales caminando, verdad? ¿Quién mierda te mando a investigarnos?-. Pregunto de forma dura mientras sacaba un arma y la recargaba.

El ojiazul por primera vez abrió los ojos, dejando a la vista esas perlas brillantes empapadas de terror y cristalizadas a más no poder.

G.- ¡Nadie! Y-yo solo quería agarrar el pato inflable de la piscina cuando dos hombres enormes me trajeron aquí a rastras-. Explico con la voz temblorosa.

V.- ¿Así que te metes a la casa de dos mafiosos simplemente para robar algo como un pato de hule? Deja de mentir-. Ordenó y se acerco peligrosamente a Gustabo.

G.- Esa es la verdad, por favor no me hagan nada, y-yo tengo que cuidar a mi hermano-. Mentía a medias, sabía que en esa casa habitaban hombres de visible posición económica elevada. Solo quería llevarse un jarrón o algo que pueda proporcionarle algo de dinero.

Nipples - Volkaboway Donde viven las historias. Descúbrelo ahora