Nipples - Volkaboway

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❜ ⌗ . . . . Profesor . . . . ⌗ ❜

Moralmente incorrecto, legalmente prohibido y totalmente penado por la ley...
Pero como las malas lenguas dicen "lo prohibido se disfruta el doble".

Gustabo Garcia, su alumno favorito, excelentes notas e inocencia ridícula. Un adolescente de apenas diecisiete años con una vida común.

O era así hasta que esos nuevos profesores de educación física se cruzaron en su camino. Jack Conway y Viktor Volkov llegaron para poner su vida patas arriba y remover todos sus más profundos deseos.

Cuando los conoció tenía quince, casi dieciséis años, y desde ese momento se volvió casi una droga asistir a todas y cada una de sus clases durante dos años. Jamás fue bueno para los deportes o actividad física, es por eso que siempre se aprovechaba de la bondad de aquellos hombres para que acomoden su cuerpo para realizar de buena forma los ejercicios.

V.- Un minuto de plancha y pueden ir a jugar lo que les apetezca, vamos-. Ordenó y todos bufaron agotados.

Los alumnos hicieron lo pedido bajo la atenta mirada de los profesores y fue ahí cuando Jack noto algo.

J.- Bajen más el culo nenazas, deben trabajar los abdominales no los hombros-. Informó y vio que todos le hicieron caso menos un rubio que parecía sufrir.

A paso lento se acercó a él y se agacho para quedar a su altura.

J.- Así Gustabo-. Dijo mientras colocaba su mano sobre la espalda baja del menor y hacia una leve presión para bajarlo.

El adolescente notaba sus hormonas alocarse por ese simple toque, sentía claramente que esa enorme mano era prácticamente del tamaño de su cintura, sumando el calor que sentía en el estómago fue suficiente para desplomarse contra el suelo.

V.- Bien, pueden ir a jugar-. Informó mientras se acercaba a su amigo quien miraba atentamente al alumno Garcia.

No entendía su ensimismamiento hasta que llego a la escena y pudo divisar esos brillantes ojos claros siendo resaltados por la rojez de su rostro, sumando que su pálida piel estaba perlada por una fina capa de sudor.

G.- L-lo lamento, mi estado físico nunca fue muy bueno-. Gesticulo intentando recuperar el aire mientras se volteaba para quedar sentado en el suelo.

J.- Tranquilo, eres muy buen alumno y no dudó que mejorarás-. Pronunció aún embobado.

V.- Exacto, ahora ve a tomar un poco de agua y ve con tus compañeros-. Le extendió la mano y lo ayudo a levantarse.

Ambos mayores no pudieron despegar su vista cuando vieron al rubio cerca de las gradas tomando aquel transparente líquido que al ser ingerido de manera desesperada lograba escaparse por los costados de sus comisuras para perderse por su cuello.