❝ WARMNESS ❞ [Kawaki]

ਏਓ MARIPOSA BAZA ਏਓ

❝ Si ya no puedo sostener tu mano, te irás volando y no volverás; tengo miedo de eso. ❞

En la casa Uzumaki, Kawaki aún se encontraba batallando para poder arreglar el jarrón que había roto hace unos días, a su lado izquierdo se encontraba la hija menor de los Uzumaki y a su lado derecho se encontraba la hija mayor de la familia.

Todo iba en tranquilidad y silencio hasta que alguien llegó a irrumpirla. – Hola – saludo con seriedad algo un tanto extraño proviniendo de esa persona. – Parece que te está costando – le dirigió la palabra a Kawaki quien detuvo toda acción y dirigió su vista hacia la del nuevo intruso.

– ¿Viniste solo para decirme eso? – cuestionó a esa persona que se encontraba a pocos metros de él. – Parece que a la mayoría en esta casa les encanta meterse en asuntos ajenos – dijo.

– ¡No incluyas a Hima y a Kyo en esto! – le gritó ese tercer integrante.

– Yo no estoy incluyendo a Kyoko – le respondió sin dejar de mirarle, aquel chico le iba a gritar nuevamente, pero la mirada recriminante de su hermana mayor le detuvo, no quería que su hermana se enojara, aunque nunca la había visto así y tampoco es como si tuviera ganas de verla en ese estado.

– No avanzaste nada – le dijo cambiando de tema. – ¿Seguro que terminarás? – preguntó calmándose un poco por la situación que había pasado hace unos segundos.

– ¿Qué importa? – respondió. – Es una pérdida de tiempo – le hizo saber a quién se le acercaba. – Y este pegamento es defectuoso – terminó por decir a aquel chico de cabellera blondo con dos marquitas características en él.

– Lamentable, ¿te rendirás solo porque es un poco complicado? – inquirió Boruto.

– Yo no dije eso – aclaró Kawaki a Boruto. – Solo digo que es irracional arreglar todas las piezas pequeñas – le explicó. – Es una estupidez – dijo mientras ambos chicos mantenían su mirada fija en el otro; ambas hermanas veían a los dos chicos quienes no apartaban la mirada del otro.

Ese ambiente un tanto tenso cambió un poco cuando Boruto alzó la palma de su mano dejándola a la vista de los contrarios. – Quieres estudiar el karma, ¿no? – comenzó diciendo. – Bien, te ayudaré – dijo con simpleza.

– ¿A qué se debe el cambio? – interrogó con seriedad. – El otro día te negaste – le recordó. – ¿Qué es lo que tramas? – cuestionó con desconfianza por el repentino cambio de opinión del Uzumaki.

– No tramo nada – le contestó sin bajar su mano. – Pero es verdad que tienes parte de la razón – continuó diciendo. – No quiero que me controle algo que desconozco – se unió a la opinión de Kawaki, por otro lado, Kyoko se encontraba sorprendida por tal declaración, ella solo se había enterado de que le había salido una marca en la palma de su mano pero eso era todo lo que ella sabía. – Por eso quiero aprender a usarlo mejor que ahora, eso es todo – dijo con convicción de ello.