~You Are My Destiny~

Nervios [2da parte]

Cuando finalmente la puerta se abrió solo cerró los ojos, oía los pasos y la respiración pesada del que sería su primer cliente.

— Definitivamente eres más bello de cerca — Jimin dio un respingo al oír aquella voz  tan ronca — ¿No me miraras? —apretó más los párpados y mordió su labio, señal del claro miedo que sentía — Para ser una puta eres bastante tímido, o... ¿les enseñan a comportarse así?  Porque créeme que no me compre eso de que ustedes son vírgenes — dijo con burla mientras se quitaba los zapatos y el saco de su traje — ¿cuantos años tienes? ¿20?, ¿21? ¿Quién es virgen a esa edad? más si estás trabajando en esto-

— Imbécil — soltó aun sin abrir los ojos, poco a poco el miedo se convierte en ira.

— ¿Qué dijiste? — respondió.

— Que es un imbécil — repitió mientras abría sus ojos y relajaba su cuerpo.

— Por decir la verdad, tu y yo sabemos que esto es vida fácil para chicos como tu, no quieren un trabajo, entonces venden su cuerpo.. —quería picarlo, que dejará de estar tan tenso, no supo cuando el menor caminó hasta él, solo sintió el golpe en su mejilla.

— Si tan mala opinión tiene entonces, ¿qué hace aquí? — escupió — ¿Por qué pagar para estar con alguien que según usted ya está usado? — lo miraba con rabia — no conoce nada de mí, así que no dé por hecho algo que no sabe — yoongi solo miraba como esos ojos azules lo atravesaban con odio, de cerca era simplemente más bello a pesar de aquella máscara que cubría parte de su rostro.

— Simplemente hermoso — soltó dejando al pequeño algo descolocado — ¿me dirás tu nombre o debo llamarte Cisne? — le susurro casi sobre los labios ya que al estar discutiendo el menor se acercó demasiado haciendo más fácil la situación, y antes que reaccionara Yoongi lo tomó de la cintura evitando así que se alejara.

— ¿A... ahora le parece bello alguien que solo vende su cuerpo, por una vida fácil? ...— tenia miedo, sabia que si ese hombre se lo proponía podría tomarlo sin importarle sus súplicas y gritos; a Yoongi se le hacía divertido él como el menor trataba por todos los medios evitar temblar por su cercanía.

— Tienes un punto —su aroma lo tenía embriagado una mezcla entre dulce y cítrico algo nuevo que tal vez en otra persona le habría parecido molesto pero a él simplemente le queda perfecto, sin perder tiempo bajó su rostro hasta el cuello del menor oliendo el agradable perfume dejando suaves besos en el proceso - Te gusta? -

— Por favor no...— se sentía aturdido, tenía una mezcla de emociones su mente era un lío, dios! le temía claro que le temía, era mucho grande y obvio mas fuerte que él, podía matarlo si quisiera pero en cambio llenaba su cuello y mandíbula de besos suaves, sus manos acariciaban su cuerpo por debajo de aquella bata, dejando un calor abrasador a su paso, todo era nuevo pero sí debía ser honesto no le era del todo molesto, Yoongi nuevamente buscó sus labios esta vez en un beso más demandante más pasional, sus manos viajaron  a su trasero rozando su entrada por sobre los boxer— No ...-

- Shhh ... tranquilo, te gustara — no estaba en sus planes parar, ya no podía, ni así el menor le rogara detenerse simplemente no podía estaba demasiado excitado, su pene dolía su cuerpo ardía, su boca pedía más, quería probar cada rincón de ese niño, que esté lo recordara por siempre — solo relajate-

— Yo nunca he estado con alguien- su cuerpo nuevamente temblaba, en una mezcla entre miedo y excitación, que lo tenía abrumado -se suponía que no debía pasar esto, nos prometieron que jamás...-

— Pero ya estás aquí... — roso sus labios — y te prometo que sera algo inolvidable, seré gentil - lo beso, sentía esos gruesos, cálidos, suaves y apetecibles labios; ese niño sería suyo así tuviera que fingir ser gentil y dulce, pero lograria tenerlo — no te lastimare si te portas bien — sin dejar lugar a quejas retomo el beso con más deseo, mordiendo y succionando levemente el labio inferior buscando que este abriera la boca para poder degustar a gusto todo su interior, un sabor dulzón lleno su propia boca y simplemente se dejó llevar y si bien el menor no le respondía el beso ya que en su vida había besado, tampoco le era indiferente, temblaba como una galea, tenía las manos firmemente agarradas de la camisa a la altura del pecho tratando de poner un poco de distancia pero él no se lo permitiría.