Nuestra primera vez

97 15 1
                                    

**Advertencia +18**

[Yoongi]

-Un gusto volver a verte pequeño, Cisne rosa - Que si lo había extrañado? Como no tienen puta idea, en cuanto cruzó aquella puerta su aroma inundó mis sentidos, logrando que mi deseo por él aumentará más.

Dos segundos, eso fue todo lo que logre soportar, el tener a Cisne cerca sin tocarlo, Él jamás salió de mis pensamientos, así que el deseo y las ansias de tenerlo junto a mí fueron más fuertes.

Lo tomé de su pequeña cintura y su calor me envolvió como un manto, sus brazos rodearon mi cuello y finalmente sus labios fueron míos.

Sus hermosos, grandes y suaves labios, lo besé con desespero porque así me sentía desesperado... desesperado por sentirlo, por oír su respiración agitada, sus chasquidos al besar, la forma tierna en la que agarra mi cabello para profundizar el beso, todo!... No había sido consciente de cuánto quería hacer realidad este capricho hasta este momento.

-Demonios... que bien besas -lo alce un poco y por instinto envolvió sus piernas en mi cintura, rozando sin descaro su despierto miembro con el mío, que pedía de manera urgente salir de mis pantalones, sacándome el primer suspiro ahogado, mismo que atrapó en su boca.

-Ya estás duro- de nueva cuenta volvió a rozar nuestros miembros y por segundo sentí que me faltaban las fuerzas, rozaba unas veces más y acabaría conmigo -Algo me dice que me extrañaba señor...-

-Yoongi - respondo agitado porque sigue con aquel movimiento que está volviéndome loco - Min Yoongi -

-Un placer conocerlo señor Min - deja un beso en mi labio inferior y comienza a bajar suavemente por mi mentón, pasando por mi cuello, el cual lame y chupa a su antojo sin dejar por un segundo de mover sus caderas contra mi pene que ya a esta altura duele y palpita.

-Y la respuesta es sí, más de lo que imaginas pequeño - temiendo que mis piernas, no soporten mucho más, camine hasta la cama donde nos lance a ambos, quedando yo entre sus hermosas piernas, me di el gusto de besar su cuello y clavículas a mi antojo, ganando los suspiros y gemidos que aquella boca algo hinchada por la intensidad de los besos emite.

Nuevamente, aquella imagen que tanto había mantenido en mente se hacía real, estaba con su cabello revuelto, la bata a punto de abandonar su cuerpo, su respiración irregular y su boca semi abierta.

-Perdón si soy algo brusco, pero ya no puedo contenerme Cisne -sonríe de forma coqueta y atrapa mi cuerpo con sus piernas dejándome pegado a él.

Nuestra ropa ya estaba en el piso, ¡Dios! Si alguien me hubiera dicho lo rico que se sentía tener a cisne comiendome la polla, habría venido aquí mucho antes.

-No pares pequeño... - tenía la vista nublada por el intenso placer- oh mierda que rico- tome su rosado cabello y lo obligue a meterlo todo en su boca, esa boca que me recibía con gusto, me devoro como si fuera una dulce paleta, dándome la imagen más estimulante y caliente que había visto, me di el gusto de acabar en su boca, y aunque pensé que lo escupiría hizo todo lo contrario, se bebió hasta la última gota, relamiendo sus labios buscando más -Demonios Cisne porque eres tan sensual - él solo sonríe de manera inocente, contrastando con su postura, lo tome de los hombros y lo acerque a mí besándolo a mi antojo probando mi propia semilla, se acomodó sobre mí rozando su trasero en mi semi despierta polla, besaba mis pezones haciéndome ver estrellas, mientras movía sus caderas buscando más contacto, mis manos apretaban su redondo trasero dejando de vez en cuando la marca de mi mano grabada en su piel.

Finalmente y después de besarnos enteros, me doy a la tarea de entrar en él, es estrecho y caliente, sumamente delicioso, empujo con más fuerza logrando entrar casi por completo, quiero esperar, pero no puedo necesito moverme, quiero que diga mi nombre entre gemidos, que se lo grabe en su mente, por el resto de su vida.

A este punto ya soy una bestia deseosa de su cuerpo, lo hago rápido y fuerte, él solo agarra las arrugadas sábanas con sus manos tratando de buscar un soporte, algo que evite se vuelva loco de pasión, sus gritos son música en mis oídos, melodía que quiero escuchar hasta cansarme.

-Yoongi... yoongi... mmmas, mas - lo tomo de la nuca y lo acercó más a mí para volver a besarlo, y hacer más profundas las embestidas, tocó su punto dulce y nuevamente se desarma bajo mi cuerpo, su pecho sube y baja de forma rápida sus ojos fuertemente cerrados, ambos perlados por una capa de sudor que hace que se vea simplemente sensual.

-Ponte en 4 -ordeno y obediente se gira y deja su roja entrada a mi completa disposición, lento me acerco y con mi lengua delineo su aureola.

-Yoongi nooo...-

-Te molesta acaso pequeño Cisne? - lamía con suavidad aquella zona que me estaba regalando el mejor sexo de toda mi vida.

-Al contrario...- da un fuerte suspiro al sentir mi lengua entrar en su ano -... sé... se siente tan bien, no pares por favor -

Ahora fue mi turno de obedecer, seguir con aquella tarea mientras mis manos masturbaban su miembro, estaba caliente y húmedo, el líquido seminal fluía haciendo que se viera brilloso, tan apetecible, con sutiles besos fui bajando hasta llegar cerca de él y nuevamente mi lengua hizo de las suyas lamiendo su punta, sintiendo como todo su cuerpo temblaba.

-Me voy a correr si sigues así... - acomodándome, mejor logre meter una parte de él en mi boca y lo chupe como si fuera la cosa más rica del mundo, mis dedos jugaban con su entrada y él, intentaba no derrumbarse sobre la cama - Yoongi yo... yo... - agarro fuerte las sabanas y un grito de satisfacción acompañó aquel orgasmo que recibí en mi boca, trague sin dejar nada.

-Eres delicioso pequeño, me encantas - sus mejillas se vuelven más rojas por mi comentario y sus ojos vidriosos trataron de buscar mi mirada a través de aquel molesto antifaz que se niega a quitarse, pero yo aún tenía algo que hacer - voy a entrar pequeño -

Se aferró nuevamente a la cama y yo sin medir fuerza entré en él, aquel vaivén no se hizo esperar, nuestras pieles hacían un sonido obsceno al chocar, como un chapoteo, ambos gimiendo extasiados.

Cuando el orgasmo me golpeó, me derrame en su interior, bese su espalda, acaricie sus caderas, estaba bañado en sudor, ambos lo estábamos, bese su hombro y deje una última nalgada en su hermoso trasero y salí quedando de pie junto a la cama, dándome una vista que no olvidará jamás, su rojo agujero goteando mi semilla tentándome a llenarla otra vez y por todos los demonios claros que lo haría.

~You Are My Destiny~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora