JungKook [kooknam] ✍︎

Capítulo 1

En la gran ciudad de Seúl, tres hombres entraron a una joyería lujosa con máscaras de payaso. Estaban a punto de hacer un atraco.

Golpearon al guardia y asustaron a la gente disparando hacia el techo. Las personas corrían escondiéndose detrás de muebles, mientras que el principal ladrón se acercó a la persona que atendía el lugar.

Los otros golpeaban los vidrios de las estanterías y sacaban lo que podían.

El jefe del grupo colocó su bolsa encima de un aparador y levantó la pistola amenazando al que atendía.

—¡Llena la bolsa con todo lo del mostrador! ¡Rápido!

Detrás del jefe, dos de ellos fueron golpeados entre sí. Seokjin y Jungkook estaban ahí parados, se encargaban del desorden por un bien común.

—Esto es todo un cliché —mencionó Jungkook—. Bueno, primero será un conflicto lidiar con el karma. Pero lo más importante, ¿así quieres pasar tu nuevo tiempo en la tierra?

—No sé quienes son —dijo aquel hombre, tenía el arma apuntando hacia ellos—, pero si no se apartan, los mataré.

Jungkook sonrió con levedad.

—Pero eso no es lo que en realidad deseas, ¿o si? —preguntó el alfa menor.

El hombre se quitó la máscara, su rostro estaba angustiado.

—No, no lo es.

—¿Qué es lo que deseas? —preguntó Jungkook y se acercó poco a poco.

Seokjin observaba todo con atención.

—La libertad —dijo el otro hombre.

—Oh —Jungkook se detuvo—. Justo lo que sospechaba. Estás agotado de ser un prisionero, ¿no?

—Sí, así es. Ya no puedo soportarlo más —continuó el hombre.

—Sí. Querías romper tus cadenas para poder renacer —volvió a decir el alfa.

—Así es.

—Entonces escapaste del infierno buscando un cuerpo vacío y encontraste a éste desgraciado que tenía un paro cardíaco y ahora estás aquí divirtiéndote en la tierra. Se acabó la fiesta, te encontramos. Mami.

El hombre enarcó una ceja confundido.

—¿Qué?

Seokjin se acercó.

—Tú dijiste que escapaste de las cadenas —mencionó el mayor, también se acercó.

—Sí —afirmó el otro—. Y cuando los paramédicos me revivieron, me di cuenta que debía de ser libre.

—Sí, pero del infierno —ahora Jungkook estaba confundido.

—No amigo, de la muerte —mencionó el mortal—. Debo mucho dinero y así es como iba a conseguirlo. ¿Saben? Ya me cansé de ustedes, así que-