El regreso del mago supremo.

Contratiempo.

 Narra Kawi:

(Algo no está bien, hace un momento sentí la presencia de alguien, pero ahora no hay nada, de hecho está más tranquilo que antes, ¿Qué es este presentimiento?, ¿Realmente nos estarán siguiendo?)

El presentimiento de Kawi no estaba mal, de hecho la presencia que sintió antes se debía a que uno de los asaltantes casi ataca cuando Canneo, Ariché y Kawi estaban distraídos hablando.

—¿También lo sientes?— Canneo

—Si, pero no es como si fueran muy fuertes, no soy quién para decirlo, pero siento que sintieron tu fuerza, ¿Qué nivel y que rango tienes?— Kawi

—Pareces más listo de lo que pensé, Ariché tenía razón al decirme que no te subestimara....Mi nivel es el de pochteca rango 3.—Canneo

—Eres bastante fuerte para la edad que tienes.— Kawi

—JAJAJA, mira quien lo dice pequeño demonio.— Canneo

—Oye, ¿Por qué me empezaste a tratar bien después de que desperté?— Kawi

—¿Se noto mucho?— Canneo

(Si desde el primer día que nos conocimos me trataste como si fuera menos, quiero pensar que algo sucedió, ¿No es así?" -Kawi-

—Por tu cara de confusión eso debe ser un sí, bueno pues la verdad es que cuando estabas durmiendo Ariché me comento que venias de Atle, para ser sincero eso me hizo ser simpático contigo ya que yo también soy de ahí.— Canneo

—¿Enserio?— Kawi

—Así es, si mal no recuerdo creo que era de un país americano, para ser sincero no recuerdo bien el nombre del país de donde era, pero si recuerdo que era feliz con mi familia, mi madre calentando la comida en la leña, mi padre que todo el tiempo trabaja en el campo, mis hermanos jugando en los árboles, era maravilloso, pero esa maldita águila me separo a la fuerza de ellos, pase cinco años de mi vida en una de esas malditas casas de magia donde me enseñaron a seguir ordenes sin dudar matar a las personas que llevaran la contra hacia la corona y además de eso solo era para hacer engordar más a esos nobles hijos de perra, mi talento me hizo destacar y cada vez me tocaron misiones de mayor rango, era una tortura tener que vivir en ese lugar donde la sangre derramada en tus manos del pan de cada día.— Canneo

(Ya sabía que no había nada bueno detrás de esos malditos nobles, de esas casas de magia que se encargaban de hacer soldados y no ciudadanos, ¿Qué otras cosas hay ocultas en el reino mágico?, hablando de eso también me pregunto qué hay detrás de la iglesia y su relación con esos dioses de la vida y la muerte.)

—Es por eso que te uniste al ejercito insurgente, ¿No es cierto?— Kawi

—Así es, por eso pensé que eras fuerte, porque te hicieron pasar por lo mismo que a mí, afortunadamente Zamná te tubo en su cuidado y te hiciste fuerte no solo por él sino también por ti, es por eso que traté de comportarme mejor contigo.— Canneo

—Bueno, te lo agradezco, me hiciste sentir bien por un momento, sabes algo, creo ser un aventurero podrá ayudarme a recolectar información acerca del reino sin levantar sospechas, ¿Te parece bien que comparta información con ustedes?— Kawi

—¿Enserio harás eso?— Canneo

—Claro, pues después de todo el ejercito insurgente nos ha ayudado, es una forma de las que puedo agradecerles.— Kawi

—Está bien, eso nos será de mucha ayuda, por cierto, ¿Tu no extrañas a las personas de Atle?—Canneo

(Vaya que haces que mi mente este intranquila con esa pregunta, para ser sincero estos años que he estado en el reino solo me he concentrado en fortalecer mi magia que casi olvido a las personas que conocí y con la que conviví en Atle, mi maestra que me ayudo a entender problemas de física, de química y muchas otras materias que sin su ayuda jamás hubiera podido aprender, además de ella también había una niña de mi edad, era de piel morena, ojos cafés y una voz melodiosa, ¿Qué habrá sido de ella después de que me fui?)