Mientras tanto.

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Perspectiva de Ariché:

(Maldita sea, por este idiota de Kawi ahora me encuentro curándolo en lugar de estar al lado de Canneo, solo porque se sentía enojado por lo que le dijo Canneo tomo la decisión de pelear contra Atlahua, aunque debo admitir que dio una buena pelea contra alguien que tiene una reserva de maná enorme como Atlahua, aunque realmente no pude ver nada de eso ya que cuando salí a ver el alboroto que hubo afuera lo único que vi fue a Nahui caminando enojado hacia la base de operaciones, a Atlahua algo herido y cansado por a cantidad de maná que uso y a Canneo cargando como un costal de papas a Kawi que estaba muy herido, cuando lo vi no sabía que decirle así que Canneo fue el que me hablo con una voz seria.)

—Nos vamos hoy en la noche en una carreta que nos prestó Nahui, te espero en unos momentos en la salida de la casa, espero que tengas preparadas tus cosas y por favor guarda las cosas de Kawi para que no tengamos problemas en el viaje, mientras tanto dejare a Kawi en la carreta para que cuando estés lista bajes y me ayudes a curarlo.— Canneo

—Si, está bien.— Ariché

(No pude decir nada más en ese momento, no entiendo por qué este sujeto hace que me ponga nerviosa, mi corazón se acelera y además me hace sentir que soy especial, bueno, dejando eso a un lado lo que hice después de que me dijera eso fue ir por mis cosas las cuales no eran muchas más que un par de prendas de ropa y busque las cosas de Kawi, debo admitir que me sorprendí por lo limpio que estaba el cuarto que Nahui le dio, había muchos  libros que estaban en idiomas que no conocía y solo dos cambios de ropa, de ahí en fuera era lo único que tenía, así que tome eso, lo empaque y me fui a la salida de donde estaba la base de Nahui.)

—Llegaste muy pronto, ¿Todo está bien?— Canneo

Canneo estaba en la carreta usando magia curativa para al menos no dejar que Kawi muriera por desangrarse.

—Si, de las cosas que tenía Kawi no había casi nada así que traje todo lo que vi.— Ariché

—Bueno, creo que aun así son muchas cosas para un chico que trabajara como aventurero pero no creo que sea nadie para decirlo, sube y por favor termina de curarlo pues yo ya no puedo hacerlo, solo lo pude sanar lo más superficial.— Canneo

—No te preocupes, pienso lo mismo pero son cosas de él y debo de respetarlo.—Ariché-

(No dije nada más y procedí a subir la carreta mientras aplicaba magia curativa para poder sanar sus heridas que eran algo graves, iba ser algo tardado pero no difícil. Canneo por su parte se subió en la parte de adelante para manejar la carreta que era de un tamaño considerable, era una carreta más como para transportar mercancías y no tanto para personas e iba siendo tirada por dos caballos de color negro, eran robustos y con un brillo peculiar en sus ojos.)

(Y así es como es que llegue al inicio de donde empecé a recapitular lo que hasta ahora paso después de la pelea de Kawi, más o menos una hora después de estar curando a Kawi decidí tomar un descanso, debo admitir que sus heridas estaban casi por completo curadas y solo le haría falta descansar por una semana, así que mejor aproveche para poder pasarme a la parte de enfrente para poder ir con Canneo, al hacerlo no me dijo nada, solo me volteo a ver un momento para después devolver su mirada hacia el camino en el que íbamos, debo admitir que era difícil tener que pasar por ahí por las piedras y las zanjas del lugar, ese fue uno de los motivos por los cuales Canneo no me hablo hasta después de una hora donde el camino ya estaba en mejores condiciones.)

—Eres buena en la magia curativa.— Canneo

—Tuve que entrenar para poder ser buena con eso, además no soy tan buena, si lo fuera lo podría curar por completo y no tendría que recuperarse en una semana.— Ariché

El regreso del mago supremo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora