"Otro chico cualquiera" (Harem x Lector Masculino)

Capítulo 23 - "Tu protector."

Miraste a tu alrededor, estabas sentado en un coche.

Un coche que recordabas muy bien, era el de Vance.

Delante tuya, estaba tu instituto, el Saiko Academy.

(T/n): "Pero... que?"

Había un aura extraña en el aire, el cielo estaba de un color rojo, con nubes completamente negras, pero la iluminación era como la de un día soleado como cualquier otro.

No entendías que estaba sucediendo. Intentaste salir del coche, pero las puertas no respondian.

El tacto era frío, nada de esto parecía real.

La puerta del copiloto se abrió. Observaste a una persona entrar al coche.

Era... Yang? Pero esta era diferente. Tenía el pelo con colores similares al del cielo. Un fuerte rojo con mechones negros.

(T/n): "..."

Te miró fijamente, como si estuviera esperando a que arrancaras el coche.

(T/n): "Esto no es real, no sé que hago aquí."

Yang: "Haces un buen primer paso, saber diferenciar lo que es verdad y lo que no."

(T/n): "Porque estoy aquí."

Yang: "No lo sé, dime tú porque estamos aquí?"

Pensaste. Pero todas respuestas eran las mismas. Este sitio te causó tantos traumas que no podías dejar de pensar en él.

(T/n): "No comprendo cómo tú... de todas las personas... acabó cómo las demás."

Yang: "Lo mismo te puedo decir a tí."

Tenía razón, tu nunca hubieras pensado que serías como eres ahora, pero mírate.

Yang: "Este lugar saca lo peor de todos. Tanto de tí, cómo de mí, como de Glynda y Félix."

(T/n): "De Félix? Que tiene que ver el con este sitio?"

Yang empezó a reírse sin ningún motivo. Empezaste a entenderlo.

El cielo, su pelo, su comportamiento. No era Yang.

Todo esto era una representación de tu mente, pero porque estás aquí? Dónde está tu 'yo' real?

Yang: "Ya lo descubrirás."

(T/n): "Yang, o lo que coño seas... Dime la puta verdad, que hago aquí."

De la nada, sentiste un fuerte dolor en el estómago, en la zona dónde Annie te cortó.

Pero era un dolor que nunca antes habías sentido, sin duda el más fuerte que has sentido jamás.

Sentías como si el dolor no solo estuviera en tu estómago, si no que se transmitía por el coche, y el instituto, y el cielo. Como si todo estuviera conectado a tí.

Yang: "Ah, aún te duele."

(T/n): "AGH, NGH! EL QUE!"

Yang no respondió y se acercó a tí.

(T/n): "HAZ QUE PARE PORFAVOR!"

Yang: "Escúchame."

Todos los músculos de tu cuerpo estaban tensos del dolor, giraste la cabeza para mirar a Yang, que estaba a centimetros de tí.

Yang: "Esta será la última vez que nos veamos."

(T/n): "Gh... p-porque..."

Yang: "Espero que no tengas que saberlo nunca."