Capítulo 30 - "La gente nunca cambia."

789 71 61
                                    

...

Yuno: "Hace un buen día, no crees?"

El sol brillaba como nunca

Estabas junto a Yuno sentado en el cesped de un parque.

(T/n): "Yo me estoy muriendo de puto calor."

Ambos os agarrabais de la mano.

En ellas podías ver unos anillos, tanto en tu mano, como en la suya.

Yuno: "Te sucede algo, verdad?"

(T/n): "No estoy orgulloso de las cosas que he tenido que hacer para llegar hasta aquí."

Yuno: "Pero esto es lo que querías, no? Paz y tranquilidad?"

Levantaste la cabeza y miraste a Yuno, aún tenía el parche.

El mismo parche de hace años y años.

(T/n): "El pasado siempre me va a perseguir. Haga lo que haga."

???: "Mamá papá mirar lo que he encontrado!"

Un niño se acercó a vosotros. No tendría más de 5 años.

Tenía una gran similitud a vosotros dos.

El niño extendió el brazo, con una gran sonrisa, y mostró lo que había traido.

Era un trébol de 4 hojas.

Yuno: "Woah! Muy bien cariño!"

(T/n): "Eres un grande, haber si encuentras más y te chuleas de tus amigos!"

Tu sonreiste ligeramente.

El niño rió y volvió a marcharse hacia el fondo, metiéndose entre la otra multitud de niños.

Yuno: "Eres un buen padre, (T/n), y una buena persona."

(T/n): "Tu crees?"

Yuno: "No lo creo, lo sé."

(T/n): "...Yo..."

Una lágrima cayó por tu ojo.

(T/n): "No me merezco esto."

Yuno: "Si que te lo mereces. Después de todo lo que has perdido..."

Te tocó la cara, limpiandote la lágrima.

Yuno: "Tanto que dices que eres un psicópata... pero que sigues llorando una lagrimilla de vez en cuando."

Te sonrió dulcemente.

(T/n): "Que pensaría Vance de esto?"

Yuno: "Estaría orgulloso de tí. Vance era más que un amigo, era tu hermano."

Sentiste un fuerte pinchazo en tu pecho.

(T/n): "Lo echo tanto de menos..."

Yuno: "Hey hey hey... calma... no hemos venido aquí para llorar, no? Todo lo contrario."

Te abrazó.

Yuno: "Mi dulce (T/n)... Siempre supe que tenías esa chispa aún dentro de tí..."

...

Un fuerte trueno te despertó.

Eras incapaz de dormir con la persiana bajada, la luz de la luna te daba comodidad, sobre todo después de lo que ha pasado, y que constantemente la gente entra en tu casa.

La luz de los rayos iluminaba la calle momentaneamente. La luz entrando en tu habitación.

Una parte dentro de tí creía que en uno de esos flashes, aparecería Toga en tu puerta, mirándote.

"Otro chico cualquiera" (Harem x Lector Masculino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora