Capítulo 22 - "Dime la verdad."

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Osoro: "Menudo desastre."

Lo primero que observó al entrar en la casa fue el cuerpo de Nagatoro.

Al dar un paso, los cristales crujieron bajo sus pies.

Ella miró abajo y vió el cuadro tirado en el suelo.

A lo lejos, podía ver ropa masculina ensangrentada tirada en el suelo, por dentro de las paredes, escuchaba el agua de la ducha fluir.

Junto al sonido de las tuberias, escuchaba un silbido que cantaba una melodía al fondo de la casa.

Al poco rato, las tuberías dejaron de sonar, y el silbido se volvió más claro.

Era tú, tan calmadamente silbando y cantando.

Al salir del baño, Osoro te vió, con solamente una toalla.

Ambos os mirasteis fijamente.

(T/n): "Hey! Ya has llegado!"

Osoro: "Acabas de matar a dos personas que estaban perfectamente bien. No podías haberte cargado a... no sé... Yuno?"

Sonreiste.

(T/n): "Hmm... nah, me han jodido mi relación con la única mujer que me importaba, así que creo que no estaban perfectamente bien."

Osoro miró alrededor.

Osoro: "Menudo puto desastre has hecho, va a ser un infierno limpiar todo esto."

(T/n): "Encontrarás la manera, sé que sí. Por tu bien."

Parpadeaste y le sonreiste de la misma manera que le sonreiste a Nagatoro antes de cargartela.

Te quitaste la toalla, quedándote al desnudo.

Osoro te miró la pija un momento para luego volver a desviar la mirada hacia tus ojos.

(T/n): "Yo sé que te cuesta mantener la mirada"

Osoro: "Si quieres estar en pelotas, es cosa tuya, pero tengo cosas que hacer. Principalmente limpiar tu mierda."

Agarraste tu ropa del suelo y te la pusiste

(T/n): "Preferiría ir en pelotas antes que llevar la ropa ensangrentada."

Osoro: "Allá tú, ahora largo."

(T/n): "Vaya, y yo que tenía pensado que igual podíamos hacer algo tu y yo."

Osoro se dió la vuelta y te miró.

Osoro: "Como alguien que ha visto detalladamente tu descenso a la más mísera locura, realmente siento lástima por tí."

Salió por la puerta.

(T/n): "Ya, gracias por ayudarme a que no sucediera! Rata asquerosa!"

Te marchaste de la casa y fuistes a la tuya, evitando lo máximo posible quedarte a la vista de la gente.

...

Al día siguiente.

Ahora que ya sabías que tenías que ir al instituto, decidiste prepararte un desayuno para ir con energía y aguantar toda la mierda.

Colocaste el vaso de leche en la mesa y miraste las noticias en el teléfono.

Bajando un poco por el periódico, observaste una noticia que tenía de portada una casa quemada, de un barrio que te resultaba familiar.

"Otro chico cualquiera" (Harem x Lector Masculino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora