Chapter 4

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No habían podido avanzar mucho con la investigación y Ranpo había desaparecido.

Unos días atrás.
Fukuzawa entró donde estaban los demás, su semblante era igual de serio, pero cuando los de la agencia le miraron, abrió sus ojos y sus cejas se encurvaron, mostrando así tristeza en el rostro del presidente. Comenzó a hablar, al parecer tuvo una discusión con Ranpo y este se marchó, su paradero era incierto, o bueno, para todos menos Dazai, quien sabía que eso ocurriría pronto. Sin embargo, se mantuvo callado, respetaba la decisión del detective.

Ahora en el presente, Osamu ya estaba cansado de que su investigación los llevara a nada, no había pistas ni señales del usuario, era dar vuelta en círculos. Necesitaba acción, drama, y qué mejor que una reciente idea que había cruzado por su mente.
¿Cómo guiaría al niño hasta su trampa? Era tan fácil como distraer a Atsushi, dejar pequeños dulces en el piso y esperar a que el pez tome el señuelo. Su plan funcionó de maravilla, quizás sería muy cruel lo que haría con el infante, pero podía resultar en algo positivo si sus cálculos salían bien. El pequeño había llegado hasta la habitación al conseguir el último dulce, feliz con su recolección, volvería donde Atsushi y le compartiría unos cuantos, levantó su mirada y la sonrisa que se habían formado en sus labios momentos atrás se esfumó al ver a aquel hombre parado en frente suyo.

— Lo siento Akutagawa, pero esto será necesario para la investigación, y quizás sirvas de algo

Esas palabras retumbaron en su subconciente, algo dentro de la mente de Akutagawa se hacía presente. Osamu se le acercó y le dió un golpe a Ryu.

***
Un estruendo alarmó al resto de detectives, encima el pequeño no estaba junto a ellos. Corrieron de donde provino el ruido, y ahí se encontraban el castaño junto al azabache. Miraron mal a Dazai, pero Atsushi no, él no tenía tiempo para molestarse con Dazai, primero necesitaba saber que el azabache estaba bien. Lo cargó entre sus brazos y llamó a Yosano para que vayan a la enfermería de la agencia y así revisarlo, por suerte no tenía nada grave más que un raspón en su mano izquierda y en su cabeza que probablemente quedaría un chichón. Pasaron alrededor de unos (muy largos) 15 minútos en los que el azabache seguía inconciente, hasta que un brillo comenzó a rodear el cuerpo del menor, esto no lo pudieron ver debido a que había una cortina y la doctora rellenaba los datos de los golpes en una hoja y revisaba que medicamentos darle para la hinchazón, que no debían ser muy fuertes al ser tan "pequeño", Atsushi por otra parte estaba regañando a Dazai luego de saber que Ryu estuviera bien.

— ¡Ya entenderas el porqué, Atsushi kun!

— ¡No Dazai san! ¡Él es un niño, pudo haber terminado en algo grave por su edad!

Y así, continuaron discutiendo.
De vuelta en la enfermería, unos ruidos hicieron que Yosano se levantara de su escritorio fuera a revisar al menor, y vaya sorpresa se llevó al ver a un adolescente aún medio inconciente recostado en la camilla. Corrió donde estaba el resto de la agencia para avisarles, ver a la doctora con una no muy agradable expresión los distrajo de su pelea con el castaño y se preocupó.

— A-Atsushi kun, creo que deberías venir conmigo un momento... —dijo algo nerviosa mientras apuntaba hacia la dirección de la que venía.

El albino reaccionó y se apresuró en acompañarla, Yosano le hizo señales para que no haga ruido una vez llegaron y silenciosamente abrió la cortina para no despertarlo, aún necesitaba descanso. Atsushi tapó su boca por el impacto que le causó la nueva transformación del azabache, la doctora volvió a cerrar la cortina y le señaló que salieran de ahí para hablar.

— ¿Qué rayos ocurrió ahora con Akutagawa? —aún trataba de asimilarlo, pero ninguna idea cruzaba la cabeza del oji bicolor, seguía en un estado de shock.

Dashomon - Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora