Mentiras

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De ese placentero pero agotador acto de unión carnal Fizzarolli fue el primero en despertar, se levanta del suelo para tomar la gabardina de su amado diablillo y le cubre su desnudes con ella, de ahí toma sus ropas para cambiarse y en silencio se retira del lugar mientras una lagrima recorre su mejilla, realmente había disfrutado el haberse fundido en uno solo con Blitz pero eso ya no seria posible una que ves que regrese al anillo de la lujuria.

En cuanto salió miro por ultima vez el edificio de la empresa del que alguna vez fue su amigo, sabia que no había marcha atrás, que tenia que olvidarlo todo para volver a ser el juguete sexual de Asmodeus y la atracción principal de Ozzie, así que sin mirar atrás se fue mientras que durante todo el camino se estuvo limpiando las lagrimas que brotaban sin detenerse.

Pasadas unas horas Blitz despierta girando a un lado para intentar abrazar a su querido amigo pero al no sentirlo de inmediato se levanta percatándose que ni las ropas del bufón estaban, un extraño escalofrió le recorrió la espalda junto con un temor que le helaba el corazón, así que toma su celular y le marca pero no le responde, su teléfono suena ocupado, incluso le manda cientos de mensajes pero lo deja en visto, eso lo desespera que le marca una y otra vez, fue tal su preocupación que al ver que llegaron sus empleados no dudo Blitz en pedirle a Moxxie su celular:

--¡¿ahora que idea retorcida tiene, jefe?! ¡no quiero que vea mi galería de fotos, son privadas!--

--¡es una emergencia, Moxx, te lo suplico!--

--de acuerdo, aquí tiene--

Moxxie no estaba muy convencido hasta que vio la preocupación en Blitz, sobre todo porque su mano temblaba mientras intentaba marcar el numero de Fizzarolli, espero como cinco minutos los cuales fueron los mas largos de su vida hasta que finalmente contesto el payaso:

--¿diga?--

--Fizzy ¿estas bien?--

--...Blitzo...--

--¿Dónde estas?--

--...lo siento, pero...no quiero hablar contigo--

--¿pero porque? creí que íbamos bien, creí que aun tú y yo...--

--tú y yo, dices...¡¿tú y yo?! ¡no existe un tú y yo! ¡solo existe un tú y ese Goetia!--

--¡¿que?! ¡¿de que estas hablando?!--

--¡¿no es obvio?! ¡mientras estuvimos fornicando no parabas de decir una y otra vez su nombre! ¡no dejabas de decir "Stolas"!--

Blitz cayo al suelo, en eso sus empleados intentaron levantarlo pero no podían, sobre todo por la mirada perdida que solo veía al vacío mientras recordaba ese momento de pasión, por mas que hizo memoria no recordaba algún momento en que pensara o dijera el nombre de Stolas, solo el de Fizzarolli:

--¡¿pero en que momento hice eso?! ¡Fizzarolli!--

De inmediato colgó, no espero ni explicaciones ni preguntas, lo único que había del otro lado de la linea era un bufón que se estaba consumiendo por la tristeza mientras un triunfante Asmodeus lo esperaba en su cama para consolarle, mientras estuvo en esos fuertes y grandes brazos Fizzarolli no dejaba de culparse y odiarse por decirle una gran mentira a su querido Blitz, con eso sentía que le había entregado al Goetia a su amado diablillo en bandeja de plata, tal vez era lo mejor, el que estuvieran separados una vez mas, que Blitz fuera por primera vez feliz al lado de ese príncipe, quizás era lo mejor para ambos el que le haya roto su corazón sin importar que el suyo también este hecho pedazos.

Mientras en las oficinas de I.M.P un deprimido Blitz le entrega el teléfono a Moxxie y se acuesta en el suelo, su tristeza fue tan grande que esta vez no pudo contener las lagrimas, lloro con tal fuerza que Loona coloco la cabeza de su padre en su regazo para que lo usara como almohada mientras que Millie y Moxxie le acariciaban la espalda en espera de que se calmara hasta caer rendido por el cansancio de tanto llorar, quedo profundamente dormido, así que con cuidado lo acostaron en un sillón y se quedaron a su lado por si se le ofrecía algo cuando despertara.

Amor ToxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora