Conociendo a la Bestia

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Un nuevo día había comenzado y mientras estaban en la mesa consumiendo un rico desayuno Asmodeus no dudo en abrirse un poco mas a Fizzarolli:

--¿sabes, Fizzarolli?--

El payaso lo mira con atención:

--todas las relaciones que he tenido en el pasado han sido muy...... complicadas--

--¿a que se refiere con eso?--

--no es fácil ser el señor de la lujuria... la misma palabra lo dice... y todo mundo espera a que yo sea un enfermo pervertido que solo tenga ganas de follar las 24 horas del día sin darles descanso a los demás ...piensan que lo único que tengo en mi cabeza es el querer penetrar a alguien de forma depravada como si fuera una bestia...pero yo no soy realmente así...--

--señor... no le debe de importar lo que piensen los demás de usted, sino lo que usted sabe de si mismo--

--ese es el problema, Fizzy...no puedo comportarme como realmente soy... solo porque todos desean ver a un señor de la lujuria hambriento de perversiones ... un degenerado que disfruta de las carnes del placer... cuando a veces quiero ser... romántico...--

--¿romántico? pero ¿y lo que paso la otra vez?...--

--¿con esos tortolos? ... era envidia, Fizzy, envidia de que ellos si pueden demostrar su amor tal cual es... realmente me importan los sentimientos... tanto míos como de la persona que me gusta ... pero todos creen que soy una maldita bestia--

Fizzarolli al comprender que tenia enfrente a un Asmodeus completamente diferente decide tomarle la mano mientras una leve sonrisa se aparece en sus labios:

--todos han sido unos idiotas... todo el mundo es demasiado superficial que no ven mas allá de la verdad, tal vez por temor o porque realmente son unos imbéciles que no desean ver el corazón de los demás, pero estoy seguro que el que logre ver mas allá de usted pueda ver lo que realmente hay en su interior--

--gracias Fizzy--

--no tiene que agradecerlo--

--será mejor que vayas a hablar con tu amigo...--

Fizzarolli se queda en silencio por unos minutos hasta que responde:

--.....¿cree que deba hacerlo?--

--claro que si, no quiero que estés lejos de la persona a la que amas--

--se escucha tan linda esa frase pero....--

--¿pero que?--

--no se ... algo me dice que ya hay alguien en su corazón y no soy yo....--

--con mas razón debes de ir a hablar con él ¿no te parece? aclarar las cosas entre ambos--

--no me siento listo....--

--¿y quien dice que lo debes de estar?--

--pero...--

--basta de peros, Fizzy, mándale un mensaje para que se pongan de acuerdo en verse en algún lugar--

--de acuerdo--

Fizzarolli agarra su celular e intenta escribir pero nada se le viene a la mente, solo se le queda viendo a la pantalla principal sin saber que escribir. Asmodeus comprendió de inmediato así que tomo su celular y escribió por él mientras el payaso se quedaba asombrado ante tal acto:

--listo, ya quedo, mañana te reunirás con él en Loo Loo Land--

--creí que quería que me reuniera con Blitzo aquí--

--claro que no, quiero darles privacidad--

--le agradezco mucho--

--no es necesario, me has soportado bastante, así que será mejor que te relajes, esta noche puedes descansar tranquilo--

--¿y el trabajo?--

--deja que me preocupe de eso yo mismo, después de todo es mi centro nocturno, ahora ve a prepararte mentalmente para mañana--

el payaso se levanta de su asiento, se acerca a Asmodeus y le acaricia su mano mientras ambos sonreían:

--gracias--

Fizzarolli se retira del comedor dejando a un pensativo y melancólico Asmodeus que luchaba fuertemente contra sus propios pensamientos e inseguridades, sabia que si no deseaba lastimar otra vez a Fizzarolli debía contenerse y aceptar lo que el payaso deseaba, si realmente Blitzo era el diablillo con el que quería estar tenia que aceptarlo aunque le rompiera su corazón.

Amor ToxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora