Una Oportunidad

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A la mañana siguiente la habitación de Fizzarolli estaba en completa oscuridad pero eso no le importaba ya que por primera vez se sentía seguro y a salvo en esos brazos que lo envolvían con cariño, esos brazos que le brindaban una gran calidez y protección que no quería dejarlos, anhelaba quedarse así para siempre puesto que las palabras no eran necesarias, un gesto lo era todo, incluso un simple movimiento le hacia entender a Asmodeus que Fizzarolli requería el acomodarse para seguir descansando. Incluso en ocasiones como si fuese un niño pequeño el payaso abría la boca para que el Overlord le diera de beber. En ocasiones Asmodeus se lo acomodaba en el pecho logrando que cayera en un sueño profundo lo cual aprovechaba para poder admirar esa blanca carita dormir mientras le acariciaba con cuidado la espalda.Así se pasaron el tiempo durante tres días hasta que por fin como si hubiera salido de una especie de trance Fizzarolli reacciono, no sabia ni que decir, le avergonzaba su tonta actitud infantil mientras Asmodeus sonreía de forma triste:

--yo...Asmodeus...yo...--

En eso le pone un dedo sobre sus labios para callarlo:

--tranquilo Fizzy, no tienes que decirme nada, todo estará bien, vuelve a dormir--

el payaso hace caso y se deja vencer una ves mas por el sueño dejando que pasara otro día hasta que recobro su cordura:

--...Asmodeus...yo...--

--tranquilo, no tienes que darme explicaciones de nada, además me gusto cuidar de ti, agradezco que me hayas brindado esa oportunidad--

Fizzarolli se había quedado sin palabras así que se dedico a observar al Overlord y alrededor de su habitación como si fuera un bebé:

--...Asmodeus... ¿Qué me ocurrió?......--

--tuviste un ataque de depresión, pero no te preocupes, todo va a estar bien--

--...lo...lo siento...--

--no te disculpes, Fizzy se que lo que te voy a decir no soluciona nada pero necesito decirlo, eres todo para mi y estoy dispuesto a lo que sea para que vuelvas a ser feliz, quiero verte sonreír, bromear con todos, jugar de un lado para otro como antes--

--......¿me.......ayudarías?........--

--¿q-que? ¿yo?--

--......si....tú.....--

--no creo poder.......--

--Asmodeus...no quiero que pienses que te estoy agarrando como un plato de segunda mesa.......en estos días que han pasado he descubierto nuevas facetas tuyas y realmente quiero conocerlas todas......no te prometo que vaya a sentir algo por ti en este nuevo trayecto pero realmente quiero conocer quien es Asmodeus....no como el Overlord de la lujuria sino al que esta detrás de ese titulo.....aquel al que ignoraron durante mucho tiempo solo porque creían que era un monstruo lleno de depravación.....aquel que me costo trabajo entender que ahi estaba....aquel ser romántico que buscaba conquistar mi corazón de una forma diferente de a como es él mismo.......--

--¿en serio quieres conocer ese lado de mi?--

--....¿me darías permiso de conocerte mejor?--

Asmodeus sonríe ante esas palabras que lo abraza dulcemente mientras frota su mejilla contra la suya:

--claro que si, tienes todo mi permiso, además prometo que no intentare cortejarte, solo espero que algún día me convierta en ese alguien especial, ese alguien que adoras igual que tu comida favorita que no te cansas de comer nunca--

--......cereal--

--¿eh?--

--como mi cereal favorito que me gusta desayunar todos los días, eso quiero--

--entonces procurare ser como tu cereal favorito, mi querido Fizzy--

Conforme los días pasaban Fizzarolli iba conociendo a un Asmodeus completamente diferente, claro, siempre y cuando fuera dentro del castillo ya que ambos sabían que tenia una reputación que conservar en el infierno pero aun así le estaba gustando ya que lo sentía mas intimo, mas personal, mas suyo ya que era un secreto entre los dos y eso le complacía bastante, el tener algo que solo podía compartirlo con una sola persona, incluso lo que mas le agradaba era que Asmodeus no intentaba cortejarlo o acosarlo, sino que se comportaba como un buen amigo que deseaba protegerlo.

Entonces cierta noche Asmodeus se preparaba para dormir hasta que cierto sonido le llamo la atención, alguien estaba tocando a su puerta, al abrirla se encuentra con Fizzarolli quien lucia como un niño pequeño al estar envuelto en su cobertor de colores de pie enfrente de él:

--Asmodeus ¿puedo pasar la noche aquí?--

Sin dudarlo de inmediato carga al payaso y lo acuesta en su cama colocándose a un lado de él:

--por supuesto, puedes dormir conmigo las veces que tú quieras--

En cuanto termina de acomodarse Fizzarolli aprisiona en un abrazo a Asmodeus mientras él le acariciaba la cabeza:

--que descanses mi pequeño Fizzy--

--te quiero--

Asmodeus se sorprende ante esas palabras que de inmediato dirige su mirada hacia su amado Fizzy mientras su cuerpo temblaba de emoción, y antes de que pudiera decirle algo él ya estaba dormido, si, estaba muy emocionado ante esas palabras que le daban ganas de despertarlo para que se lo dijera de nuevo pero también le parecía una gran lastima el perderse ese bello espectáculo, el poder admirarlo mientras duerme, el ver sus hermosos parpados cerrados, los gestos que hacia con su boca de ves en cuando, el como se movía su pecho cada ves que respiraba ¿realmente se atrevería a perderse todo esto por unas simples palabras? la respuesta era obvia porque la espera valía la pena así que le dejo descansar hasta que también a él le gano el sueño a pesar del bello sentimiento que sentía en su pecho.

Fue larga y placida la espera pero valió cada segundo puesto que el Overlord fue despertado con una caricia en su mejilla mientras escuchaba unas dulces palabras:

--a pesar de todo, por primera vez me gusta esto, me gusta que algo sea solo mío, de nadie mas, que ese secreto sea entre los dos, que nadie mas se entere de esto porque es maravilloso, es como si tuviéramos nuestro propio paraíso al cual no quiero que nadie mas entre, este secreto es nuestro y no pienso compartirlo con nadie, por fin algo es mío y no quiero que me lo arrebaten--

Asmodeus le acaricia suavemente la cabeza:

--así será Fizzy, yo soy solo tuyo, de nadie mas, solo contigo puedo ser quien realmente soy--

Ambos se miraron a los ojos y como si estuvieran pactando una promesa se besaron dulcemente mientras las caricias se hacían presentes, en cada movimiento no había lujuria, ira, prepotencia, egoísmo, sino que el mas sincero y puro amor que ambos lograron aprender volviéndose inseparables.

Amor ToxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora