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---- ¡Desde luego que no!

---- Pero por qué...

Las discusiones al par en esa templada noche tras haber llevado a cabo ocupaciones rutinarias, Min Yoongi hacía ferviente en cuánto a la petición insistente del más menor. El pequeño de regordetas mejillas resoplaba e inflaba de sus mofletes, se hallaba en una mezcla de enojo y tristeza.

--- ¿No te es suficiente acaso? He dicho que no. --- Espetó con autoridad el azabache, acomodando con nerviosismo de sus herramientas en las cajas. La luz opaca del pasillo dividida a la entrada de la cocina era la única que vislumbraba con claridad cercano al garage.

El niño impulsaba una chispa de irritación cruzándose de brazos, zapateó dos veces antes de seguir objetando.

--- Pero me da miedo dormir solo...--- excusó. ---- Por favor, padrino, sólo por hoy.

La rotunda negación del mencionado era evidente, claro y conciso; los picaportes fueron azotados contra el resto de material haciendo acto de rechinar contra los mismos. El suplicio en ese instabte despavorizó.

--- Es suficiente --- giró sobre sus talones y señaló a flor de juez. ---- he dicho que no. Tienes tu habitación, y es la más cómoda y segura. Agradece que estás en ella. --- Reprochó tras una semblante dura y estricta, dejando la labor como terminada y apartándose del centro a dirección de la cocina.

Park Jimin lo siguió con la mirada, echó un vistazo a las herramientas abandonadas en orden, y en un sólo pestañeo zarandeó cual cría de cinco años dirigiendo sus pasos tras el adulto, no emitió ni continuó sobre el tema ya que la queja y la aclaración del contrario se mantenía en su postura. Min Yoongi parloteaba su inquietud.

--- No vamos siquiera una semana, y en lo poco, ya has causado demasiado.  --- Dirigió, en lo que se ocupó de acomodar pequeñeces de mandados de semana que se tomó en traerse durante su tarde libre. --- Pensé que íbamos a llevarnos bien pero todo salió muy mal.

El queso empaquetado hizo trepidar el estante tras el arrojo furtivo del mismo como señal de enfado en el superior; éste viajó la mirada sobre el niño quien lo visualizaba con suma atención eso, sin desviar su entrecejo fruncido que delataba su molestia de igual manera.

--- Tienes la televisión, enciendela. ¿Qué hay de temer? Esa habitación, --- pausó, un suspiro pesado brotó de su boca --- fue la de mi hijo, es la mejor que puedes tener.

--- Pero, --- emitió el menor. --- a mí me da miedo, creo que hay alguien ahí... ¿por qué no puedo dormir con usted?

Min Yoongi tendió la cabeza y posó ambas manos sobre sus caderas, calando del aire con mucha impaciencia, tal vez la sensación permanente de entre la aceptación y la negación estaban zumbando en su cabeza y por si fuera poco, el vago latir de la provocación.

--- No hay nada ahí --- el mayor se sobó la cien impaciente y ejerció un ademán arisco a dirección de la sala. --- Sabés qué, ya vete. Ve a ver televisión o algo pero ya dije mi respuesta.

Un abrupto silencio invadió esas cuatros paredes y una mirada pentrante, desafiante se mantuvo en observación permanente en ese breve lapso de incomodidad; el mayor le había dado la espalda y Jimin se sintió ligeramente herido y maltratado. De esa misma manera acabó volteando a dirección del sitio, sin embargo el astibo de desagrado había invadido su interior. El sujeto contrario permaneció abrumado sobre la carne trazada en delgadas rebanadas, haciendo picotear la madera con fuerza.

--- ¿Me tiene miedo, padrino?

La voz chillona e inocua agravó el impacto del adverso, éste que giró en cuánto menos se lo había esperado. La pregunta resultó jocosa, mas la semblante casi estática y sorprendida del ajeno lo aclaraba absolutamente todo añadiendo perdido centro de atención en ese mirar iluso y blando que esta vez le ofrecía el menor.

Padrino [MYG + PJM] - [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora