Padrino [MYG + PJM] - [+18]

07

Serpiente. Como serpientes recorrían sus manos por toda esa textura fina y sedosa.

Sus dígitos presionaron de sus caderas, aflojando y apretando con persistencia. Su deseo deploraba y entre el temor y la confusión la quietud del más menor propagaba más de ese fuego que rasguñaba su piel.
Delicado, con el dedo índice por debajo del mentón, a señal de esa posición, besaba delicadamente como si desease simplemente rozarlo con levedad pero ciertamente se apoderaba de ellos en segundos con intensidad.

Los latidos parecían serenar mas el vértigo corría como una electricidad a tensión alta; las adultas manos temblaban conforme el roce abarcaba a la parte alta de su espalda, con las yemas de sus dedos presionando ligeramente, en lo que desfilaba contra las pelvis y a continuación de una pierna; Jimin abrió los ojos en medio de aquél momento, con las manos atrapando las paredes y observando por inercia al contrario quien sin duda alguna percibió su atención y apartó los labios de los suyos, fijándose netamente en esos orbes de hazel que inducían de sí asumiendo que eran ellos los enigmáticos copos que lo obligaron a caer de nuevo.

-------- Pa-padrino. -------- emitió el niño, tenso y nervioso. Cuál felino asustado.

La humedad en los belfos delgados del mayor, tanto como esa respiración entre cortada y pesada delataban que no estaba muy lejos de estar consciente de lo que hacía y que a la debilidad de la carne desvanecía. Su posición seguía latente, penetrante y tentado, con una mezcla de sensaciones que reventaban de toda su anatomía.

-------- Sí, está mal. -------- dijo, y el dedo índice rozaron el los labios menores con un pérdida de noción en ellos aparentemente ------ Todo está mal. Yo estoy mal.

El brillo instalado en los ojos del más bajo expresó una confusa sensación. El niño intentaba relajarse mientras su mirada permanecía firme ante la del contrario.

-------- ¿S-sí? Es que padrino...

-------- Sh. -------- interrumpió éste. Cerró los ojos en abatimiento y su mirada se acercó nuevamente a la suya, de lado luego, plantando de su roce en su mejilla. Después de todo, la escasa cercanía permanecía ------ Pensé toda la noche, estuvo mal, está tan mal...Pero otra vez, de nuevo, eres mi ahijado. Dios.

Reprimido, pasó saliva con fuerza y su garganta dolía. Desprendió un suspiro pesado que notoriamente luchando consigo mismo se encontraba. No obstante, sus inseguras pero deseosas manos desplazan contra su cadera y sus labios recorren por toda la extensión de su mejilla seguido de ello su cuello. La quietud en Jimin era inevitable, prácticamente sin poder articular mínima palabra ni generar un sólo movimiento.

-------- Dios...-------- masculló el mayor, deslizándose de un lado, la mitad de su rostro se ocultaba en ese brazo plasmado contra la pared, apartandose del centro y el apego corporal del niño, resistiendo a la fuerza del fuego carnal, a esa tentación que ya había hecho de sí un embrollo total.

Todo estaba muy mal. Su respiración lo ahogaba, el calor lo asfixiaba y el niño, el niño no hizo más que mantenerse en su sitio, procesando todo lo que estaba ocurriendo. Viajó la mirada por debajo y ciertamente se ajustaba algo en sí que dio un pequeño acelero corazonal, levantó la mirada y corrió la misma al de lado, oculto en esa pena de delirio aparentemente irreversible para él.

-------- Ve a...ve a comer tu media mañana, Jimin. ------- habló, distante. Ocupado en ese intento interno de no flaquear con sólo mirarlo de nuevo, acción que no ha hecho por el deseo que aún en su entrepierna corría.

--------- P-pero...padrino, yo, es que...

--------- No digas nada, sólo ve. ------- se lo pidió éste, con un nudo en la garganta que pareció relucir y ante eso, no hubo más que un silencio tanto como un asentir del niño intentando no flaquear al primer paso con alejarse.