Padrino [MYG + PJM] - [+18]

03

Dentro de una caja diseñada de pegatinas Lollipop y papel de regalo rosa se encontraba un sin número de llamativos accesorios direccionados a Katty Perry, más no obtuvo el interés de plantarse todo de ella ese día. Park Jimin debía de lucir mucho más allá de lo llamativo que ha sido desde la primera impresión que obtuvo su padrino al verlo.

Las paredes de su cuarto hacían fundados de póster de diversos artistas, aunque por sobre todos aquellos se hallasen la encantadora superficial muñeca del cual hace siendo el complejo de muchas muchachitas e inclusive en chiquillos inconformes en su mismo sexo.

Un brillo labial rosa pálida se desliza contra aquellos labios voluminosos, tanto como dos pendientes de dijes paleta corazón de color rosa, cuelgan y se sacuden de un lado a otro intencionalmente, en lo que una ensanchada sonrisa se implanta contra sus comisuras. Tenía la certera de que su considerada madre concedería el permiso a darse unos días de fin de semana con su apreciado padrino.

De aquel cajón de un escritorio-espejo crema desciende una fotografía peculiar, una que Park Jimin había decidido conservarla durante todos estos años, hasta que la etapa de 12 se estacionara y las cosas comenzaran a cambiar conforme la influencia fue rodeando con satisfacción.

"Nos prefieren delgados"

Recuerda la postura de un afeminado y obsesionado compañero por la delgadez y las prendas unisex que hacen siendo extravagantes y justo a la moda diariamente. Sulivan.

"Con el pelo largo y cintura pequeña"

El muchachito de carencias que aparentaba y lucía de las mejores prendas tal cual su contextura. Jungkook.

Tiernos e inocentes. Pero unos diablitos en la cama.

La risa chillona cual niña traviesa de cinco años. Atrevida y muchas veces jocosa. Tzuyu.

Jimin deslizó del suerte rosa para arriba, obteniendo sobre la cama de una playera mangas cortas y holgada, una que aterrizaba hasta la mitad de la entre pierna. Con la marca de Jhonson Baby Oil. Por lo que le ha sumado un short tipo cachetero y de terciopelo, blanco pálido por debajo. Habiéndose posicionado frente aquel espejo veneciano color blanco, detallando de un lado a otro de su figura cual reloj de arena. Generó una mueca y se llevó el dedo índice contra los labios, golpeando con él lentamente. De un momento a otro emitió una idea y abrió las puertas de su desordenado armario, urgando todo tipo de vestuario y retirando cuál cachorro escarbando de la tierra. Hasta hallar lo buscado.

Una medias sobre los tobillos, transparentes y a motas blancas brillantes, contando de las zapatillas converses clásicas y blancas que optó por utilizarlas.

Esta vez, no se lleva una paleta. Esa vez, Jimin optó por un chupete de dulce, exactamente la de un bebé pero con sabor a uva, manchando de sus labios por completo.

Sonrió.

Encorvó una ceja maliciosa y divertida, confunso para sí mismo, en lo que dio un par exprimidos a sus labios, magulladuras como pez viéndose gracioso contra el espejo. El chupete de dulce fue a los labios, succionando de él de manera que le fue bastante chistoso. Sacudió de su cabellera rosa, siéndole inconforme el hecho de tenerlo recto y como mazeta. En cierta manera, le agradaba pero en otra, lo detestaba en ocasiones.

Giró la mirada a dirección del escritorio y una cabeza de maniquí adornaba de aquella rosada peluca encrespada. No. Negó con la cabeza y succionó el chupete una y otra vez, creando el chapaleo contra sus labios.

Las voces distantes se hicieron cada vez más cerca y la puerta de su habitación se abrió instantáneamente provocando que brincara en un pequeño susto por lo que ya daba por cierre de su maleta rígida y mediana de color verde limón.