-¡Consigue al sanador!-
-¡Mantenlo respirando!-Las palabras fueron gritadas a través de la habitación mientras las enfermeras desesperadas intentaban ayudar a James. Su pecho se convulsionó cuando comenzó a ahogarse con flores y sangre.
Severus observó horrorizado cómo el ventilador que estaba conectado a él se salpicaba de sangre. Sus manos temblaban y tuvo que alejarse cuando más personas entraron corriendo.
Sollozando en silencio detrás de la puerta mientras más personas pasaban corriendo junto a él, se deslizó al suelo a solo unos metros de distancia de la persona que amaba. Intentó no pensar. Trató de no esperar lo peor, pero su mente divagó hasta que se encontró rogando que terminara.
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-prometiste-Severus se despertó sobresaltado. La ventana abierta permitió que la fresca brisa primaveral atravesara la habitación mientras él se sentaba.
Llevó sus rodillas a su pecho, frotándose las sienes y los ojos tratando de quitarse la imagen de la cabeza. No quería recordar ese día, así que ¿por qué volvía ahora? El reloj que marcaba un poco demasiado fuerte marcaba las 3:29 am. Severus suspiró y se levantó.
No sería capaz de dormir de todos modos.
Ese incidente sucedió hace 2 años. Desde entonces han tenido cosas peores de qué preocuparse. Como la guerra justo fuera de sus ventanas. Cumplió 20 años hace menos de un mes y fue una celebración innecesariamente grande. Lanzado por lily, por supuesto.
Ella siempre hizo un gran alboroto desde lo que le pasó a él. Supongo que se dio cuenta de que Severus no estaría presente en todos los cumpleaños. Severus miró a la tetera hirviendo, esperando que terminara para poder preparar su té. Quizás eso lo llevaría de vuelta a la cama pero ya sabía que sería inútil.
-¿sev? ¿Qué estás haciendo despierto?-pasos entraron en la cocina. Severus sonrió con cansancio ante la mirada desaliñada de Lily y se apoyó contra el mostrador.
-Hacer té.-
-¿Te importaría hacerme una taza?-
-Por supuesto- Severus asintió. Lily sonrió y sacó una bolsa de papas fritas de la despensa al lado del refrigerador.
-asi que- Ella se apoyó en la cocina Severus odiaba cuando hacía eso y lo sabía, pero ambos estaban demasiado cansados para discutir.
-¿Qué te tiene así?- Lily señaló la mirada general de Severus.
Severus se burló sarcásticamente y fue hacia la tetera cuando finalmente terminó de hervir.
-pesadilla- dijo simplemente. Lily asintió y abrió la bolsa de papas fritas.
-¿acerca de?- preguntó, inclinando la cabeza hacia un lado mientras observaba a Severus verter el agua sobre las bolsitas de té.
-sabes de qué- Lily asintió y suspiró.
-Lo hago dolorosamente-Severus sonrió y fue al refrigerador. Sacó el cartón de leche y le preguntó sin decir palabra si quería algo en su té.
Ella negó con la cabeza y Severus asintió, poniéndoselo de nuevo.
-'¿Quieres hablar de ello?-Severus agregó un par de cucharadas de azúcar y le entregó la taza humeante mientras negaba con la cabeza.
-¿Cuántas veces hemos hablado de eso? Al menos cien por ahora-
