No sabía qué hacer. Le acababan de decir que se había recuperado de su condición que amenazaba su vida y deseaba no haberlo hecho nunca.
-Oye. ¿Qué dijo el doctor? ¿Es malo? -James preguntó preocupado. Severus se puso rígido ante el sonido de su voz. Era como si todo en él estuviera gritando para huir, pero se obligó a quedarse y caminar hacia su propia cama.
-Oh, sí. Todo está bien- Dijo en voz baja. Se aclaró la garganta y se sentó en su cama frente a James.
-Entonces, ¿por qué estás actuando tan raro?-
-Uh, no es nada. No te preocupes por eso-Severus trató de rechazarlo, pero James era un mocoso terco y no lo dejaría pasar.
-bueno, claramente no lo es, o de lo contrario no estarías de esta manera-
-james déjalo caer- Severus se puso de pie y se alejó.
-¡Qué-solo dime!-
-¡Te dije que no es nada de qué preocuparse!-
-Bueno, me estoy preocupando por eso, ¡así que ahórrame la actitud y solo escúpelo!-
-¡Estoy curado!-Miró a James con una mirada conflictiva.
-Estoy curado de mi hanahaki. Eso es lo que es complicado- Se cruzó de brazos. James lo miró con los ojos muy abiertos y luego estalló en una sonrisa.
-¡Dios mío, eso es genial!- Se puso de pie, caminó hacia él y lo rodeó con sus brazos.
-Jesús, pensé que tenías cáncer o algo así, ¡pero esta es una gran noticia! ¿Por qué no me lo dijiste?- Se golpeó el brazo mientras se alejaba. Severus se estremeció, frotándose el lugar y frunciendo el ceño.
-porque estoy un poco en conflicto con el Salir-
-¿El resultado de que ya no mueras?- James dijo con incredulidad. Severus puso los ojos en blanco y asintió.
'-si. Porque, francamente, no quiero curarme-
-¿Por qué no querrías eso?-
-Porque simplemente no quiero volver a ser lo que solía ser. Ya sabes, engreído, terco-
-¿solía ser?-
-cállate. Sabes a lo que me refiero. ¿Todavía tenemos qué, 2 meses restantes de la escuela? Tendré que volver y ser yo otra vez-Resopló.
Los hombros de James se relajaron y miró a severus con una mirada en blanco.
-Severus Snape, no puedes hablar en serio-
-bueos si!
-pero has cambiado desde que te conocí en la escuela. Dios, eres divertido, te ves mejor, un poco enfermizo seguro, pero yo también.-Se encogió de hombros.
Eso era cierto. Fue gradual y ninguno de los dos se dio cuenta realmente, pero ambos palidecieron, perdieron peso y se hundieron significativamente.
James solo se dio cuenta cuando salía con sus amigos y Severus apenas había considerado su apariencia.
-pero eres dulce, es divertido estar contigo y muy entretenido. Sigues siendo un idiota sarcástico, pero he llegado a un acuerdo con el hecho de que nunca vas a cambiar esa parte-
James sonrió y se acercó más. Lo abrazó de nuevo, los brazos de Severus aún cruzados sobre su pecho.
-pero me gusta esa parte, así que es agradable. Solo relájate y sé feliz de haber sanado. Y es bueno que hayas superado a ese idiota pomposo o de lo contrario podría haber muerto de asco. Sin ofender a Narcissa- Se apartó y le dio una palmadita en el hombro, Severus resopló.