La guerra estaba en su apogeo. Todos los días, se informan nuevos incidentes y muertes en el profeta diario que hacen que todo el mundo mágico esté en alerta. Se exigen aurores casi siempre y en todas partes por temor a los ataques repentinos de los mortífagos. Todo se ha vuelto inquieto.
-Prongs, ¿quieres sentarte?-
Remus observa cómo James sigue paseando por la sala de estar. Estaban en Grimmauld Place, donde se llevará a cabo una reunión de la Orden del Fénix. Los dos black restantes que no eran mortífagos confirmados o asociados con los mortífagos habían ofrecido su propia casa ancestral para ser un lugar de reunión.
-Moony, ¡¿qué crees que les está tomando tanto tiempo?!-
-No lo sé, pero si caminas de un lado a otro no los traerás aquí antes, ¡así que siéntate!-ordenó el hombre lobo. El ciervo animago se sentó y se revolvió el cabello, al darse cuenta de lo que hacía, se paró frente a un espejo y se arregló.
Sirius llegó a la puerta y se apoyó en el poste de la puerta y sonrió
El perro animago sonrió y James simplemente sonrió. Sirius se sentó al lado de Remus y colocó su brazo alrededor de su prometido.
-No puedo creer que usaran la 'planificación de la boda' como una razón para que siempre puedan estar juntos en las misiones-Su amigo suspiró y dejó de intentar arreglar su desordenado cabello.
-Aww, no estés triste, Cornamenta, tendrás tu acción esta noche. Es decir, si puedes encontrar una habitación disponible. Casi todos decidieron quedarse-Sirius enroscó el cabello de Remus en sus dedos y descendió lentamente por la columna del otro hombre en broma, cuando Sirius alcanzó el dobladillo de la camisa de Remus, deslizó su mano, flotando sobre la liga de los bóxers del hombre lobo. Ajeno a lo que estaba pasando, James se dejó caer en el sofá donde estaban sentados los dos amantes. Remus se aclaró la garganta y Sirius retiró la mano, ligeramente irritado.
-¡¡Dos semanas pata de cabra, 2 semanas ni siquiera pude ver a mi esposo!!-
-Estoy seguro de que te extraña igual de mal, pero es de lo que Sev estaba hablando aquí, tal vez incluso se olvidó de que tiene un marido-bromeó Sirius y James lo miró sorprendido. Remus negó con la cabeza.
-No dejes que te afecte Pro--
-¡Oh, me aseguraré de que lo recuerde! Tan pronto como lo vea, lo besaré sin sentido-
-Ahórranos los detalles Prongs-El perro animago sonrió. La atención de los tres amigos fue captada cuando todos se giraron y vieron a algunas personas saliendo de la chimenea. a llegado Albus, Minerva, Severus y algún otro personal de Hogwarts que formaba parte de la Orden.
Severus se sacudió el hollín y estaba a punto de caminar con los demás cuando sintió que alguien lo agarraba y lo arrastraba a una esquina. Fue demasiado rápido para registrar lo que acababa de suceder hasta que se sintió empujado contra una pared y sus labios chocaron contra los suyos. El contacto fue rudo y agresivo y Severus luchó para alejarse del fuerte agarre. James lo soltó y apoyó la frente en el cuello de su amante.
-James, este no es el lugar t--
-Yo también te extraño-Respiró en el cuello de Severus. Sus manos se deslizaron hacia el trasero del maestro de pociones y lo agarró, ganándose un chillido. Sonrió en el beso y comenzó a mordisquear las orejas de su amante y de nuevo a su boca, besándolo apasionadamente. Le rogó a su esposo que abriera la boca, este último le permitió el acceso. James deslizó su lengua explorando todos los lugares a los que podía llegar. Severus tenía toda la intención de separarlos pero él también extrañaba mucho a su esposo, no es que lo admitiera en voz alta.
