𝘴𝘵𝘧𝘶 𝘢𝘯𝘥 𝘭𝘦𝘵'𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵 𝘧𝘷𝘤𝘬 Ꞝ Sahyo

嗯?| 𝒆𝒉?

—Jihyo anda muy de mal humor. —Comentó a sus amigas. Todas pusieron atención a la japonesa mayor, incitándola a seguir hablando.

—¿Y eso por qué? —Sana simplemente hizo un movimiento con sus hombros haciendo saber que no tenía idea.

—Necesita su dosis de sexo. —Bromeó Momo, sacándole una pequeña risa a las chicas menos a Minatozaki. Todas en la mesa, sabían lo despistada que podía ser Sana cuando de sexo se trataba. Habían presenciado momentos dónde Jihyo se le insinuaba a Sana y esta no entendía, múltiples veces.

—Yah, Momo, no creo que sea eso. —Dijo rascando su nuca, un tanto dudosa. Aunque podía ser una posibilidad. Sabía que las veces que habían podido obtener un poco de sexo, se arruinaban por su mala forma de captar las indirectas o por ser interrumpidas.

—Insisto, es el sexo, sé lo que digo. —Volvió a hablar la japonesa mayor, Momo.

—¿Por qué? —Cuestionó esta vez Chaeyoung.

—Ayer la escuché hablando por teléfono con mi Tofu acerca de lo irritada que estaba por no tener su "momentito a solas con su novia y su serpientota". —Dijo con comillas a la última frase. Sana se sonrojó a más no poder al escuchar eso. Las otras solo rieron ante el rostro de la nipona.

Iba a tener que solucionarlo de alguna manera.

Jihyo estaba sentada en una banca del patio de la universidad, leyendo un libro que contenía lo que podía entrar en su próxima prueba. Estaba tan concentrada que no notó siquiera la presencia de un chico a su lado.

—¿Y qué lees? —Un gritó salió de sus labios, tirando un libro al suelo por el susto. El chico sólo sonrió.

—Dios mío, Daniel, no me asustes así. —La coreana le regañó mientras recogía su libro. El muchacho simplemente seguía sonriendo hasta soltar pequeñas risitas.

—Lo siento, Jihyo-ssi, pero me es muy adorable tu reacción, eres demasiado linda. —Confesó. Jihyo se avergonzó un poco ante las palabras del chico, pero no llegó a sonrojarse.

—Deja esas tonterías y dime qué haces aquí.

—Vine a verte, digo, te vi sola y decidí acompañarte, ¿te molesta? —Jihyo sabía perfectamente las intenciones de aquel muchacho y honestamente, prefería hacerse oídos y ojos sordos ante ello, tratándolo simplemente como un amigo más. No era un secreto que Kang Daniel, el hermano menor de Kang Seulgi, estuviera interesado en ella e intentara hacerle mostrar aquello, sabiendo aún que ella tenía novia.

—No, Daniel, no me molesta pero no me desconcentres, ¿va? —El rubio asintió con su linda y adorable sonrisa, dejando satisfecha a Jihyo para seguir con su lectura.

Podía notar la intensa mirada del chico en ella, cómo estudiaba cada centímetro de su rostro. Se sentía bien con ello, la hacía sentir hermosa y querida pero...

"No es ella".

Nadie ni nada iba a ser como Minatozaki Sana. La mirada de aquel adorable muchacho, podía hacerla sentir bien, pero no iba a hacerla sentir mariposas y caballos galopeando en su estómago, o hacerla sudar de los nervios como lo hacía la dulce y también sexy mirada de Minatozaki Sana.

—Mira Daniel. —Habló por fin, cerrando su libro para poner sus ojos en el rostro del chico. Daniel, apenas escuchó a la menor, puso toda su extrema atención en ella y la miró aún más atento. —Sé acerca de tus sentimientos.

—Jihyo, yo...

—Sé de tus sentimientos pero simplemente lo estuve ignorando pero necesito decirte esto. —El rubio estaba muy asombrado como para hablar entonces esto le dio la oportunidad de seguir. —No es mutuo, Kang, lo siento, sé que eres hermano de la novia de mi mejor amiga, pero no puedo corresponderte, y lo sabes, mi corazón le corresponde a Sana. —Jihyo sintió pena por el chico al ver cómo este agachaba su cabeza derrotado. —Sólo puedo ofrecerte mi amistad, ¿sí? —Nunca le había gustado esto de "friendzonear" a alguien. Le sentaba muy mal.

Los segundos pasaban, y Jihyo se estaba desesperando por la respuesta del contrario.

—La amas demasiado y yo fui un tonto por creer que había alguna oportunidad. —Habló por fin aún con su cabeza agachada. —Lo siento, Jihyo, no quería parecer un acosador para que lo notaras tan fácilmente.

—No, Daniel, no es tu culpa, no elegiste a quién amar. —Y no pudo contenerlo más. Acercó su mano a la cabeza del muchacho con el corazón roto, y le revolvió el pelo, sacándole al menos, una pequeña risita. Kang levantó la mirada, con una débil sonrisa.

—Gracias por ser tan honesta, Jihyo-ssi, creo que lo necesitaba para aceptar que no tengo una oportunidad contigo. —La coreana sonrió enternecida y vio como el rubio se levantaba de la banca y se alejaba.

Un profundo suspiro se escapó de sus belfos y estaba decidida a seguir con su lectura pero nuevamente, alguien la interrumpió.

—Jih, amor, te andaba buscando. —La voz de la japonesa por fin se hizo presente. Jihyo elevó su mirada, viendo frente a ella, a su queridísima novia. Se veía agitada y un poco sudorosa. Sexy.

—¿Qué o-ocurre?

—Tengamos sexo.

—¿Eh?