El último viernes por la noche

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Los brillos del sol se asomaban por toda la habitación dejando ver dos individuos recostadas en la misma cama, en el suelo se podía observar ropa regado por todas partes, envolturas de condones, botellas de alcohol, cigarrillos y lubricantes todo lo necesario para una noche de acción... El despertador sonó marcando las 8 am. Un azeveche de cabellos negros y alborotados se levanto soñoliento con un terrible dolor de cabeza, apagó el despertador salió de la cama pero una mano lo detuvo antes de que esté se parara por completo.

-A dónde vas? Es muy temprano quédate un rato más si?- lo tomo por la cintura, alzó la cabeza dando le un beso en la espalda.

-Discula Coby, pero creo que ya deberías irte tengo trabajo y ya se me hizo tarde. Cuando salgas cierras bien la puerta por favor- se safo del agarre, bajo de la cama tomo su ropa dirijiendoso al baño.

-Siempre es lo mismo ¡LUFFY! Cuando sera el maldito! Día que no me tomes como un juego?- se tiró en la cama cubriéndose el rostro con una almohada.

Luffy.

No recuerdo muy bien lo que pasó anoche, nosé cuántas copas bebí mucho menos se como es que termine metiendome con Coby de nuevo, no me gusta para nada no es mala persona siempre está ahí para mi, pero simplemente no me atrae y jamás sentiría algo más que una simple amistad. Ni si quiera he podido disfrutar del sexo no siento nada estando en otros hombres, con las mujeres siento... Pero es muy poca la sensación nadie me puede satisfacer como tal...

Salí del baño me cambié pase ala cocina prepare un café como todas las mañanas, cheque la hora y eran 8:40 -Maldición! Ya se me hizo tarde- Salí con el café en mano tome mi portafolios, tome el asensor, llegué ala planta baja del edificio me acerque al auto subí manejado a toda velocidad, tanta era mi prisa que no vi al  sujeto que pasaba por enfrente, me detuve al instante baje del auto, me sentía algo enfadado pues mi mañana no iba nada bien ya tenia suficiente estando estresado, crudo, mal cogido, un trabajo explotante y ahora un atropellado -¡AHORA QUE CARAJOS VA A PASAR!- Me gritaba internamente trate de guardar la compostura, escuche unos quejidos mire de dónde provenía, al instante mi cerebro hizo click me concentré más en mis problemas personales que no recordaba al atropellado, salí del vehículo dirijiendome ala persona.

-Lo siento te encuentras bien?- Me agache quedado a su estatura.

-¡Que no vez idi... ¡MUGIWARA!- quedó boquiabierto, mirándome como si se tratara de un fantasma. Me tomó por el brazo jalándome hacia el -¿Donde te avias metido Mugiwara?- apreto mi brazo, gemi de dolor pues este estaba apretando muy fuerte.

-¡ahh! Que te pasa Maldito- Le metí un puñetazo en la cara, y este soltó mi brazo.

-¡Ach! Eso dolió idota- Se que jaba sobando la parte golpeada de su rostro -Desde cuando eres tan agresivo?- se levanto del suelo, retrancandose en el auto.

-Si no te paso nada lárgate, por tu culpa voy a llegar más tarde a mi trabajo ¡Kid!- subió al auto con molestia.

-Espera Mugiwara, pero fuiste tu quien me atropello imbécil!- se paró enfrente haciendo que el pequeño azebeche se molestará más.

-¿Ahora que quieres dienton?- lo dijo con molestia.

-Bueno, tienes que pagar por a verme atropellado- su tono era burlón, trato de intimidar al menor pero este no esperaba tal respuesta por parte del azebeche.

-Mira imbécil, crees que estoy de humor? Cuánta plata ocupas para que te largues de una buen vez!!- apretó con furia el volante, una vena se remarcó en su cabeza sus ojos se tornaron serios que emitían desagrado. Kid quedó paralizado sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo sin darse cuenta este estaba temblando por aquel comportamiento, para el era extraño ver al menor asi.

Engaño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora